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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

12
Ago
2023

¿Por qué te amo, María?

5 comentarios
asunción2023

Al finalizar el Concilio, Pablo VI pronunció un importante discurso, en el que proclamó a María “madre de la Iglesia, es decir, madre de todo el pueblo de Dios, tanto de los fieles como de los pastores que la llaman madre amorosa”. Si María es madre de Cristo, y Cristo es cabeza de su cuerpo, que es la Iglesia, y la Iglesia somos todos y cado uno de los creyentes, entonces resulta muy apropiado llamar a María madre de la Iglesia, o sea, madre de todos los fieles cristianos. Esto tiene consecuencias de cara a la manera de relacionarnos con ella.

Los hijos no sólo se sienten queridos y acompañados por la madre, sino que ella es para los hijos una referencia constante. Los hijos se fijan en lo que hace la madre, y quieren imitarla. Quieren imitarla porque la admiran, pero también porque está cerca de ellos. Las dos cosas son necesarias: si solo nos quedamos con la admiración, María deja de ser una referencia para nuestra vida. Por eso, Pablo VI, insiste en que “María está muy próxima a nosotros”.

María muy próxima a nosotros. A este respecto recuerdo una poesía preciosa de santa Teresa del Niño Jesús titulada: “Por qué te amo, María”. “Yo quisiera cantar, María, por qué te amo; por qué tu nombre es tan dulce que hace estremecer de alegría mi corazón”. Y dice la santa: “si te contemplara en la gloria sublime y superando el brillo de todos los bienaventurados, no podría creer que soy hija tuya; oh María, ante ti bajaría los ojos”. Con una María elevada y alejada, la santa no puede creer que es hija suya. Pero, y ahora viene lo maravilloso: “Para que un niño pueda querer a su madre es necesario que ella llore con él, comparta sus dolores. Oh, mi querida Madre, para atraerme a ti ¡cuántas lágrimas derramas! Meditando tu vida en el Santo Evangelio me atrevo a mirarte y acercarme a ti. Creerme tu hija no es difícil para mi, porque te veo mortal y sufriendo como yo”.

Si en vez de dedicarnos a lanzar gritos y piropos a la Virgen, si en vez de hacer de ella una fábrica de títulos y devociones, nos dedicásemos a meditar lo que dice y hace en los evangelios, eso nos resultaría provechoso para nuestra vida cristiana y nos acercaría más a Cristo. Amar a María no es poesía, es saber vivir. Ser hijo de esta madre es una exigencia de vida. Los cristianos tenemos a Dios por Padre, a Cristo por hermano y a María por madre. Ella nos enseña que la Iglesia no debe poner el acento en los programas o en las ideas, sino en la ternura, el corazón y el amor.

Celebrar la fiesta de la Asunción no es celebrar la fiesta de una María alejada y elevada, sino la fiesta de una María “mortal y sufriendo como yo” (como dice Teresa del niño Jesús), que comparte nuestra muerte y muere como Cristo y con Cristo. Ahora bien, “si hemos muerto con Cristo, también viviremos con él” (2 Tim 2,11). María es el modelo de todo cristiano que muere con Cristo para vivir con Cristo. Y así, lo que celebramos en la fiesta de su Asunción es que ella ha alcanzado la meta que todos los cristianos esperamos.

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Valero
13 de agosto de 2023 a las 08:02

María es sobre todo para mí, maestra de la fe. Ella escuchó y creyó, escuchó el anuncio y creyó que se cumpliría lo que le fue anunciado, creyó incluso al pie de la cruz, creyó a pesar de que todo indicaba que Dios había abandonado al hijo de sus entrañas, por eso pudo guardar en su corazón todo aquello que no entendía, que la superaba y le trituraba el corazón, creyó hasta el final con un corazón humilde.

Bruno
13 de agosto de 2023 a las 17:29

Madre buena, madre nuestra, Dios te salve, María

Mário Eliecer
14 de agosto de 2023 a las 02:15

Que reflexão tão linda Padre.

Roberto
15 de agosto de 2023 a las 10:03

Debo a María gratitud y amor. De niño era verdadera madre espiritual. En la primera juventud me respetó en mi confusión y hasta en aquella falta de atención con ella. Supo esperarme hasta que la recobré, no muchos años después, como faro e intercesora. He comprobado su ayuda especialmente en mi petición de la niñez; me ha sorprendido su poder, su fidelidad y su incondicional amor. !Gracias Madre de Cristo y madre nuestra! !Hermanos en Cristo y de Madre!. Un abrazo fray Martín y participantes.

Hormias
16 de agosto de 2023 a las 08:15

Qué razon fray Martín.. Muchas gracias por su blog

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