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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

12
Jun
2025

Jornada "pro orantibus": orar con fe, vivir con esperanza

4 comentarios
MOnjasstacatalina

El domingo de la Santísima Trinidad la Iglesia celebra la jornada “pro orantibus”, o por aquellas y aquellos que oran, este año con el lema: “orar con fe, vivir con esperanza”. Orar es lo propio de todo cristiano, pero en este domingo se nos invita a acordarnos en nuestra oración de aquellas y aquellos que tienen lo que se conoce como vocación contemplativa, o sea, de las monjas y los monjes que no se dedican a ninguna actividad apostólica, sino a orar por las necesidades de la Iglesia y del mundo. Su vida diaria, su horario, está organizado en torno a distintos momentos de oración. Ahí está lo peculiar de esta modalidad de vida consagrada, conocida como vida contemplativa.

¿Qué es lo que contemplan? Contemplan al Dios vivo y verdadero. Pero a este misterio adorable solo se lo contempla y conoce a través de mediaciones. Una de las principales mediaciones del conocimiento de Dios es la escucha de su Palabra y la respuesta a esta Palabra por medio de la oración. Eso no impide, sino que incita a recurrir a otras mediaciones, la primera de todas, la fraternidad entre las hermanas y los hermanos que viven en el mismo monasterio. Pero también la fraternidad con todos los seres humanos. Por eso, las monjas y los monjes procuran estar bien informados de las necesidades de la Iglesia y de la humanidad, para que su oración no sea genérica, sino concreta, una oración en la que contemplan la pena de las personas y las heridas de nuestra sociedad como un reflejo de la pena de Dios. Y en estos tiempos de guerra oran cada día por la paz, por el entendimiento entre las personas y los pueblos.

En este año jubilar dedicado a la esperanza es oportuno recordar que una de las principales manifestaciones de la esperanza cristiana es la oración. El que ora, el que pide es porque espera; y en función de lo que pide, se sabe lo que espera. “La oración es intérprete de la esperanza”, decía Tomás de Aquino. Las personas de esperanza rezan. “Un hombre desesperado no reza, porque no espera”; igualmente, “un hombre seguro de su poder y de sí mismo no reza, porque confía únicamente en sí mismo” (Ratzinger). En función de lo que pedimos, sabemos lo que deseamos y lo que esperamos conseguir.

Aquellas y aquellos que viven una vocación contemplativa y orante son personas de esperanza, no de cualquier esperanza, sino de la Gran Esperanza, la esperanza en las promesas de Dios que superan todo deseo. Una vocación contemplativa bien vivida (insisto en lo de bien vivida) es un claro testimonio de que Dios nos ama incondicionalmente, de que para Dios cada uno somos importantes, hasta el punto de que “cuando parece que todos nos ignoran, que a nadie le interesa lo que nos pasa, que no tenemos importancia para nadie, él nos está prestando atención” (Francisco), mucha atención, toda su atención, que es divina.

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juan garcia
12 de junio de 2025 a las 17:46

La buena relación del hombre con su creador requiere un mediador. Somos incapaces de una relación directa con Dios, pues la naturaleza divina supera nuestra capacidad de contacto. Los cristianos recibimos en el bautismo al Espiritu Santo, y con su ayuda conseguimos la humildad y la audacia de entablar una relación de amor y amistad que nos lleva a orar por las necesidades propias y ajenas. Aunque no seamos "profesionales" de la oración (monjes y monjas), tenemos la obligación de orar y orar mucho por las necesidades del mundo.

Chiquet
13 de junio de 2025 a las 20:06

Me dejó algo desangelado la afirmación de que la providencia actúa usualmente por las causas segundas. Del golpe me voy recuperando y encajando el puzle que para mí supone el actuar divino (inalcanzable claro); me gusta entender a Dios. Comprenderlo de alguna manera es aprehenderlo y Él quiere trato de intimidad con nosotros. La oración es escuchada por Dios, esto no tendrá, o sí, un número entre los dogmas (digo yo) pero se deriva de su amor y de su revelación. Estoy deseando que Dios se salte su providencia en muchas ocasiones porque tengo poca fe y porque no me gusta sufrir o seguir sus caminos (como sabe nuestro paciente Dios).
Pedir por el mundo ... !Sí y que desnude su santo brazo y haga prodigios! Si no quiere aparecer en directo que haga prodigios con sus causas segundas. Preciosas las palabras de Juan XXIII que vengo a aplicar ahora como: "rezar como si la providencia de Dios se ocupara de mí como si no hubiera otra criatura en la tierra"; ojo esto es para cada uno de nosotros, somos únicos. Y gracias al Único, así nos quiere Dios para Él. Intimidad y amor a Dios y al hermano ..., oración. Gracias fr. Martín

MARÍA
14 de junio de 2025 a las 09:10

Dios está pendiente, atento a cada persona. Me gusta sentir, vivir lo que Pablo dijo a los atenienses " en él vivimos, nos movemos y somos". Me está siempre creando, amando.
Contemplarlo así me conforta. Gracias

Marianela Italiano
16 de junio de 2025 a las 14:18

Quiero decirle que un gran placer leerlo. Me ayuda a profundizar en la palabra de Dios. Debe ser el Espíritu Santo que viene a iluminar mi entendimiento cuando lo leo y re leo. Gracias padre.

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