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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

25
May
2025

Gran deseo de León XIV: una Iglesia unida

8 comentarios
iglesiaunida

León XIV ha dejado claro que piensa continuar con una de las grandes herencias de Francisco, a saber, seguir promocionando el carácter sinodal de la Iglesia católica. En la homilía de la Eucaristía con la que inauguró su ministerio habló de “apacentar el rebaño sin ceder nunca a la tentación de ser un líder solitario o un jefe que está por encima de los demás”. En esta homilía dijo que “su primer gran deseo” era “una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado”. Mantener la unidad de la Iglesia es una de las tareas fundamentales del Papa. Porque la división es un anti-signo.

Una de las divisiones más serias entre católicos se refiere a la aceptación o rechazo del Vaticano II. Una de las primeras cosas que pidió León XIV a los cardenales y, por extensión a todo el clero y a todos los fieles, fue precisamente la aceptación completa del concilio Vaticano II: “quisiera que renováramos juntos, hoy, nuestra plena adhesión a ese camino, a la vía que desde hace ya decenios la Iglesia universal está recorriendo tras las huellas del Concilio Vaticano II”. Y añadió: “El Papa Francisco ha recordado y actualizado magistralmente su contenido en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium”.

Más allá de las apariencias, o de las simpatías humanas que pueda despertar uno u otro Papa, hay una continuidad en el Magisterio, porque el Espíritu Santo cuida de que la Iglesia no se desvíe en nada fundamental para la fe. Por eso no tienen sentido las críticas en forma de descalificación e insulto que ha recibido Francisco. Todos los Papas han sido criticados. Sin duda, León XIV, a medida que vaya tomando posiciones y ofreciendo nuevas orientaciones, también será criticado. Pero una cosa es el desacuerdo sobre temas puntuales y otra la descalificación global de la persona del Papa. Muchas descalificaciones globales lo único que denotan es ignorancia teológica, cerrazón mental, mentalidad estrecha y vocación de inquisidores.

Lo que necesitamos en esta hora es sinodalidad, o sea, caminar juntos, darnos la mano. Eso no impide que podamos tener gustos y opiniones diferentes, pero esos gustos y opiniones no nos convierten en enemigos, sino en personas dispuestas a escuchar para, al menos, comprender las razones y los motivos del otro. En este mundo nuestro hay personas que tienen muchos “ayeres” cargados de malos recuerdos. Necesitamos un mañana. Pero para tener este mañana necesitamos vivir un presente hecho de encuentro, concordia, entendimiento, consenso. Cuando surjan desacuerdos preguntémonos qué podemos hacer juntos. Esa es la pregunta que el Creador nos plantea a todos. Esa es la cuestión esencial para compartir la vida con aquellos que nos resultan diferentes: interactuar y preguntarnos qué podemos hacer juntos. La ley del universo, la ley del Creador, no es la de los dualismos tolerantes, sino la de las mutuas interpenetraciones.

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juan garcia
25 de mayo de 2025 a las 17:26

No es coincidencia que el nuevo papa de Roma, Leo XIV, piense como el Papa francisco y fray Martín: la idea de la "unidad" cristiana es doctrina de la Iglesia de Jesús. Todos tenemos la libertad de pensar diferente, pero hay principios que obligan en conciencia como fundamentales. El Vaticano II reflexionó en los sesentas sobre la doctrina católica con una visión para el futuro
como no otro lo haya hecho. Sigue vigente su desarrollo y su
puesta en práctica de algo que nos obliga a todos: evitar las separaciones y todo aquello que vaya en contra de la unidad de
los cristianos.

Chiquet
25 de mayo de 2025 a las 21:18

He tenido la suerte de poder navegar en diversos textos del Vaticano II y ha sido un gozo; para mí son preciosos y obra del Espíritu. Debo reconocer que el término sinodalidad lo he vivido como irrupción. Me llegan noticias que me alegran y otras que me entristecen … , normal. Vengo a pensar que si hay novedad es porque hay cosas a refrescar.
Buena es la escucha y diálogo porque Dios se vale de profetas, de los dones, del espíritu que actúa en sus fieles. Se ha dado (y se dará) el autoritarismo entre nosotros y no es bueno. La Iglesia no tiene la estructura democrática, desgraciadamente manipulada tantas veces, (sí son deseables los mejores valores que se han defendido bajo el pensar democrático). No podemos confundirnos. No dejaremos de lado la Palabra de Cristo, su Verdad no es opinable, sí que hay cierto pluralismo y siempre Amor y Misercordia.
Verdad es que la Iglesia tiene una estructura jerárquica (no la del mundo); yo la veo mejor como pirámide invertida donde la autoridad está ligada al servicio: según el ejemplo de Cristo que se hizo el Último: Como ha venido a decir León, que quiere ser un humilde servidor. Así en la Iglesia es al revés. “Quien quiera ser el primero…” Tiene buenas aplicaciones. Cristo sorprende al mundo y a cada alma, nos lo dijo también Martín en anterior comentario.
He concluido Dilexit nos; y Francisco concluye, en su última encíclica, basando todo paso de misión (añado eclesial, añado sinodal) en Cristo; … en ese Cristo que no es de este mundo pero nos acompaña en el camino. Gracias pastores por vuestro carisma, no dejéis el cayado … tengo que apuntar a una puerta estrecha. No os autorizo a dejar de guiarme, yo no tengo autoridad pero me refugio en el supremo pastor. !Dios os bendiga!

Valero
26 de mayo de 2025 a las 08:13

Creo que fue Juan XXIII quien dijo que son más las cosas que nos unen que las que nos separan y esa fundamental y gran unicidad es que Cristo Resucitado es Señor de la Vida el cual dice: "Padre este es mi deseo, que ellos sean uno como yo en Ti y Tú en mi, que ellos sean también uno" Es el gran deseo de Cristo que tan bien ha expresado Martín en su comentario.

inma
26 de mayo de 2025 a las 12:03

me parece funda.ental su comentario. necesitamos una iglesia abierta al Espiritu y unida en lo esencial aunque haya ormas de expresar la misma fe según las costumbres de cada pue lo

Julia
26 de mayo de 2025 a las 17:19

Jesus murió pidiéndole al Padre : Que todos los cristianos seamos uno .

Rut
27 de mayo de 2025 a las 08:59

Ante el comentario de Fr. Martín, sólo le pido al Espíritu, el Paráclito que el Padre nos envia en Pentecostés, que nos enseñe a vivir én sinodalidad. Yo si no me cuesta, dame luz, fuerza, capacidad

Jorge Daniel
30 de mayo de 2025 a las 08:43

Qué hermosa palabra para reflexionar, qué podemos hacer juntos, cambiar muchas cosas, hacer casas buenas para todo ser humano.

María Asunción Blanquer
7 de junio de 2025 a las 17:05

Gracias Martín por tus comentarios. Siempre clarificadores, ciertos y fraternos.
Solo la unidad fortalece, clarifica y da sentido a nuestras posiciones. Me refiero a la UNIDAD, no a la UNIFORMIDAD.

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