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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

9
Jun
2025

Espíritu santo contra espíritu de iniquidad

5 comentarios
espirituiniquidad

Acabamos de celebrar la gran fiesta de Pentecostés. Y en ella hemos cantado que el Espíritu divino es luz que penetra las almas. Basta ver durante cinco o diez minutos los titulares de alguno de los informativos de cualquier canal de televisión para darse cuenta de que el espíritu que penetra las almas de muchas personas, empezado, por supuesto, por los poderosos de este mundo, no es un espíritu de luz, sino de oscuridad, porque todas sus obras parecen estar movidas por “el poder del pecado” (tal como dice el mismo himno que califica al Espíritu de “luz”). Hay, sin duda, noticias más graves y serias que otras. Las más graves son aquellas en las que hay fusiles: la guerra, en la que se entregan fusiles a muchachos de terceros países; la recogida de alimentos por personas hambrientas amenazadas con fusiles; personas rechazadas con fusiles por el mero hecho de ser distintas o por no tener papeles en regla. ¿Quién fabrica esos fusiles?

¡Qué importancia tienen los papeles en este mundo! El primer papel importante es el papel del dinero. Y sin embargo es bien sabido que con el papel no se come. Con el amor, aunque no lo parezca, sí se come, porque donde hay amor se comparte todo lo demás. El Espíritu santo divino es el que infunde el amor en nuestros corazones. El espíritu de iniquidad, del que habla la segunda carta a los tesalonicenses y que parece que mueve a muchos que se creen grandes de este mundo, solo infunde odio.

Los espantosos jinetes del libro del Apocalipsis (6,3-8) -la guerra, la codicia, la muerte- siguen marcando la historia de nuestro mundo. Por suerte, hay otro caballo y su jinete: “el vencedor que está preparado para vencer” (Ap 6,2). En medio de tanta desolación, los creyentes en Cristo pensamos que sigue siendo posible la esperanza, estamos incluso seguros de que el mal no puede tener la última palabra. Pero la esperanza es la virtud de los pacientes. La esperanza no ofrece resultados rápidos ni inmediatos. Actúa imperceptiblemente. Pero es la fuerza que sostiene a los que son de Cristo.

En la carta a los Romanos (8,5), san Pablo contrapone dos modos de vida: la vida según el Espíritu y la vida según la carne. Y en la carta a los Gálatas (5,19) deja muy claro cuáles son las obras de la carne, contrarias a las del espíritu, a saber, odios, discordia, celos, ira, ambición, disensiones y rivalidades. Y para que quede claro añade: quienes hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios. Para concluir: “si vivimos según el Espíritu” no nos provoquemos los unos a los otros, ni nos envidiemos mutuamente. Ahí tenemos el criterio para distinguir las obras del Espíritu santo de las obras del espíritu de iniquidad.

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Hermano
9 de junio de 2025 a las 13:42

El demonio busca desunir y separar lo que Dios por voluntad a querido hermanar.

Habrá que tener presente que solo el amor puede reparar y si nos dejamos insuflar por el Espíritu podremos construir un mundo más humano y fraterno.

jose misael bravo silva
10 de junio de 2025 a las 10:04

el espirito obra en nosotros ingratos q no le respondemos no nos damos cuenta que está cada momento en nuestra vida q nos proteja Y mucho más enla ostia vendita precente en el altar q quiere entrar en nuestro cuerpo y no lo recivemos ese sabor q la dulsura es Dios en espirito

Milton de Bedia
10 de junio de 2025 a las 13:43

Gracias por esta reflexión. En verdad a veces la esperanza tiende a desvanecerse en medio de tantas tinieblas. En Cuba como en otros paises nuestra tarea es ser mensajeros de esperanza, de esa esperanza que a veces se nos desdibuja a los que debemos ser sus portadores. Los tiempos de Dios no son nuestros tiempos y a veces desesperamos. Qué el Espíritu de Dios nos de paciencia y confianza en un mundo mejor.

Jesús Calamaco Martínez
10 de junio de 2025 a las 15:57

Creo a la luz de la fe, que si nos mantenemos unidos a Cristo, mejor será nuestro discernimiento entre las obras de la carne y las del Espíritu, los saludo de tofo corazón

juan garcia
10 de junio de 2025 a las 17:31

Desgraciadamennte no vemos a nuestro alrededor trabajo del Espiritu Santo. En lá América de nuestros días sobresalta el odio y la rebancha de los dirigentes políticos sobre sus contrarios, como nunca hayamos visto. Una sociedad tal no tiene un futuro permanente, pues el mal no tiene la última palabra. Es un fenómeno sin sentido común por parte de un grupo de gente que normalmente piensa independientemente y no se deja llevar por la filosofía del presidente. Esperemos que las cosas cambien en las próximas elecciones del congreso.

El Espiritu Santo espera de nosotros una conducta reconciliadora
entre los hermanos, de paz y concordia política y de todos los valores humanos. Debemos luchar contra toda injusticia y no permitir que las gentes pasen hambre, cuando los políticos de turno se están haciendo billonarios. Promueven guerras y hacen
dinero con las vidas de los jovenes y la venta del material bélico
qie usan.

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