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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

3
Nov
2009

La ciencia no salva, solo salva el amor

4 comentarios

Aunque el diálogo entre religión y ciencia puede ser beneficioso para ambas partes, y aunque no pueda hacerse hoy teología al margen y menos en contra de los datos de la ciencia, no hay que olvidar que no es la ciencia lo que salva al ser humano. El ser humano es salvado por el amor. Esto es válido incluso en el ámbito puramente intramundano. Cuando uno experimenta un gran amor en su vida, se trata de un momento que da nuevo sentido a su existencia. Pero muy pronto se da cuenta de que el amor que se le ha dado, por sí solo, no soluciona el problema de su vida. Es un amor frágil. Puede ser destruido por la muerte. El ser humano necesita un amor incondicionado. Si existe el amor absoluto, con su certeza absoluta, entonces suceda lo que suceda, estamos salvados. Esto es lo que se ha manifestado en Jesucristo: un Dios que no es lejana causa primera del mundo, sino presencia viva y cercana para todos los que lo acogen.

Más aún, el creyente está convencido de que el mundo, en última instancia, no está gobernado por las leyes de la materia, sino por un Dios personal. Si conocemos a Dios y él a nosotros, entonces ya no somos esclavos del universo y de sus leyes; somos libres. El cielo no está vacío. La vida no es el simple producto de las leyes y de la causalidad de la materia, sino que en todo, y al mismo tiempo por encima de todo, hay una voluntad personal, hay un Espíritu que en Jesús se ha revelado como Amor.

La ciencia nos proporciona un mapa del lugar en el que estamos, de dónde venimos y adónde podríamos ir. Pero las amenazas no vienen de la ciencia, sino de quienes pretenden erigirse en sus dueños. Por eso es importante recordar que quien lleva el timón de este barco, que es el mundo, no son las fuerzas del mercado, los ejércitos, el gran imperio norteamericano o la pura casualidad. Quién lleva el timón es Dios.

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FRAY BENITO,OP
3 de noviembre de 2009 a las 21:49


Martin,eres un hombre Sabio,amb molt de seny. Que alegría leer que no se puede hacer teología al margen de la ciencia y menos en contra de los datos de la ciencia. si esa afirmación la haces siglos atrás,hermanos de la Orden te queman en medio del claustro. Creo que en la actualidad se sigue pontificando en cuestiones científicas que no están claras para los mismos científicos.
Los cristianos no creemos en cualquier Dios,sino en el Dios que nos ha revelado Jesús de Nazaret. Jesús no hacía discursos sobre Dios,sino que predicaba el amor e invocaba a Dios. El Dios de Jesús nunca entro en conflicto con la ciencia de su tiempo,ni la nombró. Su grito más noble era en favor de los derechos del hombre,pepe esteve,op

lola
3 de noviembre de 2009 a las 23:20

Asi es, la ciencia quiere erigirse en la que lo domina todo, puede dominar la vida e incluso la muerte. Pero no es cierto, tal vez puede decidir el momento en el que morir, con la mal llamada eutanasia, pero no puede alargar la vida. Tambien intendta dar la vida, la inseminacion, la fecundacion invitro, la clonacion, pero es una vida falsa, donde no existe el amor, el debil el imperfecto no tienen lugar y son destruidos. No, el amor es lo mas importante. Ademas, incluso te lo pasas mejor, aunque lo pases mal.

Desiderio
3 de noviembre de 2009 a las 23:30

A nivel personal tengo especial inquietud —de aficionado— por el aspecto científico de la naturaleza: cómo funciona el universo, su origen, la física subatómica, la evolución,… y un largo etc. Y cuando más imbuido estoy en estas disquisiciones, más sorprendente e increíble se me revela lo que se afirma en el post, a saber, que por encima de todas las leyes de la materia está Dios. Podríamos saber cómo funciona todo, cuáles son los últimos secretos de la luz, de las partículas subatómicas, de galaxias enteras,… lo podríamos saber todo, y sin embargo qué lejos estaríamos de saber nada. El científico podría explicar todos los fenómenos, pero por lo menos a mí personalmente se me antoja que no, que no lo explica todo, que explicándolo todo desde la ciencia se deja en el tintero lo más importante, esa realidad humana —y divina— que nunca podrá explicar la ciencia, simplemente porque no es demostrable, a pesar de que quien la ha experimentado la sabe más cierta que la ley física más patente. Otra cosa es que nuestra fe fluctúe, dude: si es una fe verdadera y viva, supongo que son fases que debemos cubrir.

lola
5 de noviembre de 2009 a las 20:41

?Por que si el tema que se trata es polemico, sobre todo relacionado con la sexualidad hay muchos mas comentarios que si no lo es? Si tuviese tiempo haria un trabajo sobre ello, pero pueden uds observarlo, este ultimo que trata del amor que salva, solo 3 , el de Africa 3....El de pornografia y religion ha superado expectativas y otros tambien lo hicieron.
A mi me da pena.

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