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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

18
Nov
2006

Tensiones inevitables

4 comentarios
La celebración del día de la Iglesia diocesana invita a una pequeña reflexión eclesial. Hoy no es fácil pronunciarse sobre la Iglesia. Para unos, hacerlo en tono que no sea de crítica, es signo de ser un reaccionario. Por otra parte, abundan los que barruntan la destrucción de la Iglesia con sólo poner en tela de juicio cualquier declaración que sale de la boca papal o episcopal.

Si la Iglesia fuera un partido político de esos en los que sólo hay permiso para aplaudir y no para hablar (pues para hablar ya se basta el jefe ¡o la jefa!), entonces habríamos conseguido una versión modernizada y sacralizada de la “pax romana” (la que imponía el Imperio tras sojuzgar y aterrorizar a los pueblos conquistados). Ahora bien, si la Iglesia es una comunidad fraterna y en ella podemos vivir en libertad y expresarnos sin temor, entonces surgirán inevitablemente tensiones buenas y fructíferas, que contribuyen a buscar la verdad, a ver los diferentes aspectos de la misma, a enriquecer el punto de vista propio con el punto de vista ajeno. En la Iglesia las diferencias no separan ni son motivo de condenación. Son signos de riqueza.

No hay que confundir la tensión con la discordia que degenera en banderías, como las que había en la Iglesia de Corinto: unos de Pablo, otros de Apolo, otros de Pedro (cf. 1 Cor 1,11-12). La tensión mantiene la unidad. Unido a Pedro estaba Pablo, aunque no siempre le aplaudiera: “me enfrenté con Pedro porque era censurable” (Gal 2,11). Hay una crítica fraterna, en la prolongación de las actitudes proféticas, que puede crear tensión, pero que no debe faltar nunca en la Iglesia. Porque si faltase sería un síntoma de conformismo enfermizo y de desinterés por lo verdadero y lo justo.
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segismundo freud
18 de noviembre de 2006 a las 02:35

Qué razón tienes Martín... una vez me dijo un abad de un monasterio que la mitra es un signo fálico, y qué razón tenía. Siempre el animal macho ha tenido que demostrar su potencia de alguna manera... unas veces cuestión de cuernos, otras incluso imponiendo silencio hasta al "Espíritu" (al que por supuesto no pueden encerrar por mucho que se empeñen...). Por Dios, que falta hace que la mujer les enseñe a los varones, que un buen "contoneo" muchas veces es más inteligente que una lucha sin justificación... Y que a veces para llegar a la verdad, hay que ceder por ambas partes.

JMValderas
18 de noviembre de 2006 a las 11:08

Querido Martín Dices bien que la crítica puede ser una extensión de la profecía. La fuente de la profecía es la luz. Sin visión del plan de Dios no hay profecía. En cualquier cuestión, el profeta tiene que llevarse por la luz de la fe, auxiliada por la razón. Siendo la fe única, la razón, en su limitación, es poliédrica. Nada más alejado de una mentalidad tomista, cristiana a la postre, que una mera declaración de sentencias, en sentido lógico del término. De enunciados. Hay que razonar la viablidad de la fe y de sus contenidos: Sagrada Escritura, Santos Padres, Concilios, etcétera, en fín el catón. Cuando se pide luz no se está apelando a ninguna autoridad, sino a una enseñanza razonada. Si en ciencia no vale lo que no se prueba, no se observa, no muestra coherencia matemática interna, en cuestiones de teología sería caer en el desprecio a la misma no exigirle, caeteris paribus, similar rigor. Hacerlo es el mejor servicio a la Iglesia. En numerosas ocasiones (¿siete, ocho?) de su corto pontíficado, el Papa se ha ocupado de la necesidad del maridaje fe y razón. Aparte de su origen "profesional" ha visto con toda claridad que ahí reside el talón de muchos cristianos hoy, no sólo de aquellos que extra ecclesiam morant, la interpretación al uso más común, por cómoda y estéril.

carlajung
18 de noviembre de 2006 a las 13:37

segismundo freud: no estaría nada pero que nada mal, que la varonía- la pensante, y la otra- relajara su potencia, un- poquito- de- por -favor. Lo de la mitra fálica,ya quedá algo "out", que alguna obispa cristiana-evangélica ya la " contonea ", con mucho garbo, por cierto. Que en eso de "contonear", tambien quedaron atrás las caderas, y las mozas, ya contonean ideas,con-tón, y són. Los apéndices taurinos,ya sabes, que para eso no hay enmienda, siguen siendo contoneados por unos y otras....hay que andar con tiento,que el inconsciente se cuela entre rendijas de la vida cotidiana. un saludo bienhumorado

lola
18 de noviembre de 2006 a las 21:37

Lo importante es seguir a Jesus y su evangelio...amar a los necesitados, y dejarnos ya de hablar y pasar a actuar...lo digo porque soy una mujer, Jesus nos eligio a nosotras y a vosotros para servir
SIRVAN UDS

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