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Viejos artículos que perviven
4 comentariosMe refiero, como comprenderán los lectores, a mis viejos post. Desde que empecé este blog, en noviembre del año 2006, he publicado, con el presente, mil ciento dos artículos. Todos breves, ninguno supera los tres mil caracteres. Algunos de estos viejos post siguen teniendo entradas. Me ha llamado la atención que, en estos últimos días, uno de julio del año 2009, titulado “la amiga especial de Juan Pablo II” haya tenido bastantes entradas. Ya ven ustedes, el asunto de las amistades femeninas del Papa polaco era conocido desde hace tiempo. Pero hay informaciones que, de vez en cuando, rebotan en los medios y parecen nuevas. Ha sido el caso de esta amistad del Papa con una filósofa casada.
Durante un tiempo, uno de mis artículos, de febrero del año 2010, siguió manteniendo las entradas hasta bien entrado el año 2011. En el título aparecía la palabra “sexo” y eso siempre despierta mucha curiosidad, sobre todo si el que escribe sobre el tema es un clérigo. Desde hace varios meses, compruebo que cada día tiene varias entradas un post sobre el bautismo, pero tengo la impresión que no es el bautismo como tal lo que las fomenta, sino estas tres palabras: sacerdote, profeta y rey. Sobre todo en el mundo americano hay interés por este tema, como lo manifiestan las entradas al post. Ya que me decido a ofrecer enlaces, voy a dar uno sobre el monte Tabor y la transfiguración, por la relación que tiene con el segundo domingo de cuaresma.
Son ejemplos de cómo algunos escritos tienen influencia más allá del momento en que se publican. Alguna vez he pensado, en vez de ofrecer un texto nuevo, presentar como “nuevo” un viejo post o, lo que sería más honrado, recordar alguno antiguo mediante un enlace. No me decido a hacerlo porque todavía me siento con fuerzas, tiempo e inspiración para producir nuevos textos, aunque, como es inevitable, alguna vez repita ideas ya expuestas. Por ahora, y mientras no me censuren, que supongo que no ocurrirá, voy a seguir con mi costumbre de ofrecer, cada tres o cuatro días, alguna “migaja” de teología o algún comentario de tema eclesial actual. Si despierta el interés de los lectores de esta página de dominicos o de otras páginas que los reproducen, por una parte pensaré que he aprovechado bien el tiempo, por otra me sentiré halagado y, lo más importante, daré gracias a Dios por las amigas, amigos y lectores que me siguen. Gracias a vosotras y vosotros por vuestra atención, vuestro interés, vuestras observaciones y vuestros comentarios.