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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

22
Nov
2014

Iglesia para servir a todos

7 comentarios

Todos los que tienen cargos en la Iglesia deberían decir: aquí estamos para servir. Servir no es exactamente hacer lo que el peticionario gusta mandar (porque, a veces, lo que “manda” no es bueno para él, o no hay modo de hacerlo), pero sí que es estar disponible, atento a sus necesidades, buscar el modo de ayudar. Es tan obvio que la Iglesia está para servir, que casi da vergüenza recordarlo. Evidentemente, la Iglesia es, ante todo, servidora de su Señor y de su Palabra. Pero precisamente en obediencia a su Señor, es servidora de todos los seres humanos. Dentro de la Iglesia estamos para “servirnos los unos a los otros”, aunque cuando la reciprocidad no se da, porque no es posible o porque hay mala voluntad por una de las partes, la otra sigue estando obligada al servicio, que es una forma concreta de amar. En relación a “los de fuera” los cristianos también estamos llamados a servirles desinteresadamente y, en este servicio, manifestamos la gratuidad del amor cristiano.

Esto debe traducirse en actos concretos. No cabe duda que, dentro de la Iglesia, muchas instituciones realizan la labor de servicio propia de la Iglesia. Bastantes congregaciones religiosas realizan servicios de tipo social (en el terreno de la educación, de la sanidad, de la atención a ancianos, de la acogida de inmigrantes o vagabundos, de servicio a personas con enfermedades contagiosas o con adiciones) y, en muchas ocasiones, de forma gratuita o a bajo coste. A veces algunos de sus miembros están en primera línea en lugares y países difíciles y, en ocasiones, con riesgo de su vida. En estos lugares es dónde aparece con más claridad la gratuidad, el desinterés y hasta la heroicidad del amor cristiano. Hay otras instituciones de tipo parroquial o diocesano, como “Caritas”, que se ocupan de servicios similares a los que hacen las Congregaciones religiosas.

Hablando de la parroquia o de la diócesis, en nuestro primer mundo, es importante caer en la cuenta de que, además de esos servicios más llamativos, hay una serie de servicios de tipo religioso para los fieles normales (por decirlo de modo que se entienda) que debemos efectuar con alegría, cariño, desinterés y eficacia. En los despachos parroquiales hay que atender a la gente con amabilidad. A veces, sobra burocracia y falta cercanía. A veces, los que están en oficinas de atención a los fieles, se toman demasiado en serio su papel de oficiales y olvidan que lo suyo no es el oficio, sino el servicio, el comprender que cada persona es un mundo distinto y, por tanto, que la estricta aplicación de la ley puede resultar cruel. Hay que hacer un esfuerzo de comprensión e intentar responder a las personas más allá de la ley. Las oficinas de la Iglesia no son una máquina sin vida, sino un lugar dónde se respiran aires evangélicos.

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Elena Guillot
23 de noviembre de 2014 a las 17:40

La Iglesia ha recibido de Nuestro señor Jesucristo, unos carismas, unos ministerios, todos los cristianos dentro de la iglesia, somos servidores, esta el servicio de la Eucaristía, de la lectura de la palabra, de la predicación de la Palabra de Dios, cuidado de enfermos, servicio o ministerio de la oración, los cristianos hoy estamos llamados al servicio de la Iglesia, pero desde la caridad. La iglesia que no sirve no sirve para nada.

Griselda Gonzalez
23 de noviembre de 2014 a las 18:55

Hermoso articulo, la iglesia ciertamente es para servir a sus hijos, en todo lo que necesiten, y debe seguir centrando su gran meta de ayudar cada día mas y de mejor manera en todos los ámbitos.Y nosotros los fieles debemos colaborar con ello, donando, siendo parte activa de la ayuda y denunciando cualquier maltrato y sobre todo apoyando los aires de cambio en contra del odio, la separación,el maltrato a los divorciados, madres solteras que defendieron la vida de su hijo o hija como Dios y la santa Iglesia lo mandan y después son excluidas de la fe y la feligresía,convertdas en parias por hacer lo debido respetar la vida del niño en su vientre.Deben ser ayudadas, apoyadas , guiadas ella y su hijo al camino de Jesús. Apoyemos a nuestra Iglesia católica a seguir y engrandecer la labor, que le encomendó Jesucristo.Apoyemos al Papa Francisco en su labor conciliadora de perdón, de amor,de humildad, de servicio, de ser actuales de unirnos para hacer el bien, progresistas abiertos a los cambios positivos hacia el amor y la integración, y el recuperar toda la feligresía maltratada y abandonada por reglas arcaicas que no representan el amor de Jesucristo. Dios es Amor.

maitechu
26 de noviembre de 2014 a las 01:11

El señor fue el primer servidor de todos y, nos dejo un buen testimonio. Si nos sentimos verdaderos cristianos, tenemos que entregar nuestro tiempo al prójimo, en escucharle , acompañarle, en amarle sin condición alguna. sino de que nos sirve escuchar la palabra de Dios, y no poner en practica su mensaje.
Gracias P. Martin por este post.

servicio versus "postureo"
26 de noviembre de 2014 a las 07:32


Ya lo recordó el ninguneado obispo Gaillot: “Una Iglesia que no sirve, no sirve para nada” que dio título a un libro muy leído en los años del post Concilio Vat II. Sigue siendo actual, en tiempos de “postureo” en todas las instancias sociales. Tambien la Iglesia corre el peligro de convertirse en Iglesia del “postureo”, del figurar. Egos de escaparate. Porque el servicio da para pocos titulares. El servicio como nos señala Fray Martín, se realiza en humildad. Muchas nueces con poco ruido.

Josefina Milfoo Pérez
23 de enero de 2024 a las 20:45

Quien es el autor de esta imagen

Marti Gelabert
24 de enero de 2024 a las 01:00

No sé quién es el autor de esta imagen. Sé quién me la ha proporcionado. Pero si la imagen es suya, por favor, hágamelo saber

José Alberto
24 de enero de 2024 a las 09:26

El autor de la imagen es Fano, uno de los ilustradores más populares del panorama religioso en España. Lo indica su firma en la esquina inferior derecha.

Este es su Instagram: https://www.instagram.com/pachifano/

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