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Mar2008Pecado o atentado contra el bien humano
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Mar
La prensa de estos días pasados, se ha hecho eco de unas declaraciones a L’Osservatore Romano de Mons. Gianfranco Girotti sobre unos supuestos “nuevos pecados”. Entre ellos manipulaciones genéticas, cuyos efectos son difíciles de controlar; consumo de drogas que oscurecen la inteligencia y eliminan lo mejor y más propio del ser humano, como es la razón; o excesivo enriquecimiento a costa de la vida de los pobres. Podría haber añadido alguno más, como el horror y la tortura que se siguen practicando cada día en prisiones secretas donde no se respetan derechos inalienables. Sean o no sean pecados nuevos, sí que me parecen un buen recordatorio de que hay actitudes que no son coherentes ni con el evangelio ni con la dignidad humana. Para un cristiano todo lo mentado es pecado y, para todo sujeto humano se trata de un atentado a los derechos fundamentales de la persona.
Distingo, aunque no separo, entre pecado y atentado contra las personas. El pecado es un acto teologal, una actitud que tiene que ver con mi relación con Dios. Para el que no cree en Dios hay errores, equivocaciones, delitos, atentados contra el bien propio y el bien ajeno. No me parece una distinción inútil. Porque si insistimos en el pecado, corremos el riesgo de que los no creyentes no tomen en serio lo que decimos. Si se trata de pecados, el asunto sólo interesa a los creyentes. Y los ejemplos ofrecidos importan a todo ser humano, no tanto porque ofendan a un Dios en el que unos creen y otros no, sino porque son atentados contra la dignidad de las personas. El pecado tiene siempre una mediación antropológica: se atenta contra Dios atentando contra el sujeto humano; se rompe con Dios rompiendo con el hermano. Para el no creyente en tales atentados no hay ninguna realidad divina escondida. Pero la consideración del otro como “otro yo” debería ser suficiente para no tratarle como no gustaría que me trataran a mi; o la búsqueda de mi propio bien (y la droga no me hace ningún bien) debería ser criterio para mi actuación.