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Dic2019Un año más: balance y propósitos
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Dic
Está a punto de comenzar un año más. Cada uno sabrá cuántos años ha vivido. Todos los días son una buena ocasión para dar gracias a Dios por el regalo de la vida. Un regalo que no tiene precio y, por eso, vale mucho. Por otra parte, hay días que parecen indicados para hacer balance. Los periódicos y las televisiones se encargan de ofrecernos los acontecimientos más relevantes del pasado año. Nuestra página web (dominicos.org) ofrece cada año la lista de noticias más leídas y de artículos más visitados. Pero hay un balance que sólo puedo hacer yo: ¿cuáles son los momentos en los que he prestado ayuda desinteresada a un hermano necesitado, cuáles los momentos en los que he pedido perdón a quienes he ofendido, cuáles los momentos en los que he sido capaz de levantarme de mis caídas, o de superar mis “malos momentos”?
El Papa, en su mensaje del uno de enero con motivo de la jornada mundial de la paz, relaciona la paz con la esperanza. Desgraciadamente, en muchos lugares y a muchos niveles, incluidos lugares y niveles eclesiales, la paz no es una realidad. Por eso es objeto de esperanza. La esperanza no tiene nada de pasiva, es muy activa, porque sólo se mantiene si hay posibilidades de lograr lo esperado. Y esas posibilidades requieren mi compromiso personal y mi trabajo. La esperanza, además, es muy tenaz, no se desanima ante las dificultes, sino que redobla los esfuerzos cuando éstas aparecen. La paz necesita constructores valientes, decididos, incansables, que luchen contra el mal y se comprometan a favor del bien. Esos constructores mantienen la esperanza.
Si el fin de año suele ser objeto de balance, el comienzo del año pudiera ser objeto de buenos propósitos que contribuyan a poner paz en nuestro trabajo, en nuestras comunidades y en nuestras vidas. Mejor pocos y realistas que muchos e inabarcables. Aunque a lo mejor no hace falta concretar ningún buen propósito; basta con aprovechar las ocasiones para hacer el bien y acercarnos al que requiere ayuda que a lo largo del año se nos presentarán, aún sin buscarlas.