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Virgen del Pilar, virgen de todos
3 comentariosCuando a la Virgen María le añadimos el nombre de un lugar, no pretendemos apropiarnos de la figura de María. La Virgen es de todos. Precisamente porque es de todos nadie puede apropiársela. Y porque es de todos, todos podemos llamarla “nuestra”. Por eso, cuando se añade un lugar al nombre de María lo que estamos diciendo es que la consideramos muy nuestra, pero siendo bien conscientes de que en cualquier otro lugar tienen el mismo derecho que nosotros de considerarla suya.
El nombre del Pilar es uno de los nombres más universales que se le han dado a la Virgen. Ella es invocada en muchos lugares de América. La virgen del Pilar es la virgen de la hermandad entre los pueblos de España y de América, recordando que un 12 de octubre de 1492 Colón pisó por primera vez suelo americano, y así quedó patente que había mundo más allá de Europa. Precisamente porque la virgen del Pilar es de todos nunca me ha convencido esa copla que dice que no quiere ser francesa. Comprendo perfectamente el contexto social y político que refleja la copla, pero precisamente porque ese contexto ya no existe, hoy no tiene sentido lo que la copla dice.
Una de las tentaciones de los seres humanos ha sido mezclar a Dios y a la Virgen en nuestras batallas. El pasado 7 de octubre celebrábamos la fiesta de la Virgen del Rosario, advocación ligada a la batalla de Lepanto, pues un 7 de octubre de 1571, tropas españolas capitaneadas por Juan de Austria derrotaron al ejército turco. Gracias a Dios ya son pocos los que ligan las devociones a la Virgen María con episodios en donde hay amigos y enemigos. La Virgen no es enemiga de nadie y no quiere que ninguno de sus devotos sea enemigo de nadie.
El Papa Francisco ha dicho recientemente que estamos cerca de una guerra casi mundial. Las dos guerras que más aparecen en la prensa ofrecen noticias en las que se relaciona a los contendientes con motivos religiosos. Unidades del ejercito israelí entonan cantos religiosos antes de atacar el Líbano. El ataque de Rusia a Ucrania ha provocado tristes desencuentros entre las Iglesia ortodoxa rusa y ortodoxa de Ucrania. Las fuerzas de seguridad ucranianas han allanado algunos monasterios ortodoxos fieles al Patriarcado de Moscú. Utilizar el nombre de Dios (se diga en latín, en hebreo, en árabe o en ruso) para avalar enemistades es una blasfemia, un insulto a todas las religiones y un insulto, propio de ignorantes, a todas las inteligencias.
Virgen del Pilar, virgen bendita, virgen de todos. Acudamos a ella para pedir por la paz, para que cesen las enemistadas entre los pueblos, para que todos seamos acogedores con tantas personas que huyen de las guerras que hay en sus países. Esas guerras no salen en la prensa, pero si salen las barcazas en las que los que huyen quieren llegar a España, porque deben considerarlo un lugar seguro, un lugar de paz. Por lo menos más seguro que el lugar del que huyen. Que también el manto de la Virgen del Pilar les acoja y nos ayude a todos a ser hermanos.