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Vicente Ferrer: predicar y dar trigo
3 comentariosLa figura de Vicente Ferrer (cuya fiesta se celebra en Valencia el lunes de la segunda semana de Pascua) es polifacética. Sin duda la característica más fundamental e importante de su vida es la predicación En estos días difíciles que estamos viviendo quizás sea oportuno recordar que nuestro predicador fue también un gran benefactor social. Lo mismo puede decirse de otro contemporáneo y paisano suyo, el mercedario P. Jofré, nacido el mismo año que san Vicente y fallecido dos años después; fue el fundador del primer hospital para dementes de la ciudad de Valencia. Juan Jofré se ocupó de los dementes, a Vicente le preocuparon los huérfanos. El contexto social de la época explica seguramente estas obras sociales de gran calado.
En tiempos de San Vicente, Valencia, como toda Europa, estaba afectada por la peste negra, una plaga venida de Asia, que hizo desaparecer entre un tercio y la mitad de la población europea. En Valencia, la epidemia, durante unos meses, provocó unos 300 muertos por día y dejó a la población completamente diezmada. La peste afectó directamente a San Vicente Ferrer. Mató a bastantes de sus sobrinos, a 9 de los 11 hijos de su hermano Bonifacio, que después de la catástrofe entró en la Cartuja. Un testimonio de la implicación directa de san Vicente en la lucha contra esta peste se encuentra en un cuadro del museo de Segorbe, donde aparece realizando una curación milagrosa en un monasterio de frailes de la Orden de San Bernardo, todos afectados por la peste y todos curados por el santo.
También hoy los cristianos están implicados en la lucha contra el virus, entre ellos muchos sanitarios (que, por cierto, más que aplausos necesitan comprensión y cuidado, pues trabajan en condiciones difíciles). Las instituciones eclesiales han puesto locales y materiales a disposición de personas y de diferentes administraciones. Los capellanes de hospitales y cementerios prestan una importante ayuda espiritual, humana y psicológica. Estos datos parece que no son noticia.
Desgraciadamente lo noticioso son las peleas entre políticos. Es lamentable que siga siendo más importante la ideología que la sanidad. Penosas son las ganas que tiene alguno de dejar claras sus “competencias”. No es momento para peleas ni para “figurar”. Para los políticos, es la hora de la responsabilidad y de la generosidad. Para los ciudadanos es la hora del discernimiento.