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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

31
Jul
2025

Políticos que buscan engañar con apariencias

7 comentarios
titulouniversidad

La expresión: “las apariencias engañan” significa que no se debe juzgar a las personas y a las cosas solo por su apariencia, porque lo que aparece en el exterior a veces puede darnos una idea equivocada de la realidad. Pero lo que pretende indicar el título de mi artículo es algo más serio: a veces, la apariencia es falseada conscientemente buscando convencer a quienes contemplan esa apariencia falseada de que lo que allí se dice o presenta es verdadero, creyendo además que eso falsamente verdadero enaltece a la persona y contribuye a que los demás la consideren más importante o más inteligente. O sea, buscando mentir para que quien contempla u oye la mentira se imagine que hay lo que en realidad no hay. Es lo que ha ocurrido con algunos políticos españoles de distintos partidos que han distorsionado sus currículos para que los votantes los consideren más listos, más hábiles o más expertos de lo que son. En concreto esos políticos se han atribuido títulos universitarios que no tienen.

Las acusaciones y denuncias que los de un partido han hecho a políticos de otros partidos han sido mutuas. Gracias a estas denuncias todos han quedado mal parados. En vez de taparse mutuamente sus mentiras, unos han aireado las de los otros y así todos han aparecido como mentirosos. Al falsear su currículo quizás han pensado que uno es tanto mejor político cuantos más títulos universitarios tiene. Y ahí es donde ellos mismos viven engañados y autodenuncian su propia incapacidad para la política. Pues uno no es mejor político por tener títulos universitarios, sino por ser una persona honrada que trabaja por el bien común. Una carrera universitaria sirve para muchas cosas, pero para ser un buen diputado o un buen gobernante lo primero es ser prudente, responsable, tener capacidad de escuchar las necesidades de los ciudadanos y voluntad de resolver esas necesidades. Cuando en la política uno no busca servir a los demás, sino aprovecharse del puesto, es mayor la tentación de presentarse como lo que uno no es.

Algunos teólogos medievales dijeron que para ser buen superior de una comunidad religiosa era más importante la prudencia, el amor a la justicia y la capacidad de gobierno que la santidad. Eso no quita que la santidad pueda reforzar la prudencia, pero no la sustituye. Donde no hay sensatez, la oración no la crea, aunque donde la hay, la oración puede fortalecerla. Análogamente: para dedicarse a la política, la honradez, el sentido de la justicia, el anhelo por el bien común, sirven más que un título universitario, porque el título sin la prudencia y la honradez puede incluso servir para ser un peor político.

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Josep Martinez
31 de julio de 2025 a las 21:28

El santo sabe ser prudente

Chiquet
1 de agosto de 2025 a las 01:01

Totalmente de acuerdo.
Y lo de engañar en política alcanza también al intento de manipulación del ciudadano que, significativamente, es ante todo un votante. ?Al final habremos de servir a los servidores públicos ?
Dos apuntes para combatir esta (otra) muestra de la pobreza humana. El primero exigir un perfil para el político que puede establecerse por consenso institucional y por la voluntad/presión social, poco a poco. Y el otro: denunciar esa masa aborregada, que conviene a determinados intereses, que traga con estereotipos, banalidades, y con la construcción de continuos relatos creados para manejarla con éxito. Parece ser que desgraciadamente, y generalizando, es una realidad extendida.
Por mi parte me debo poner las pilas para conseguir ser decente y útil a la sociedad, … tengo trabajo.

juan garcia
1 de agosto de 2025 a las 17:08

Para ser un buen político no se necesita tener todas las virtudes (si se tienen, mejor). pero es fundamental el ser veraz, honrado y un ser para los demás. Desgraciadamente, en el pais de mi residencia, estamos gobernados por señores corruptps por excelencia. Nunca se vió políticos tan inmorales como lols actuales:siguen la MENTIRA del presidente en todo los acontecimientos, sin el mínimo de su penssamiento independiente. Los Representates y Senadores dicen AMEN a todo lo que diga el presidente. Estamos bajo un dictador Sólo hay dos partidos políticos prinsipalesmonárquico, "bajado del cielo", según creen (o así lo confiesan) los seguidores del chif.
Solo hay dos partidos políticos principales en este pais, y el poder lo tiene un partido político, la Casa Blanca, el Senado y la Casa de representantes. Son mayoría y pasan leyes antidemocráticas, con la ayuda de la Corte Suprema, pues son mayoría, puestos por el presidente actua. Por lo tanto no ho hay forma de pararlos hasta las próximas elecciones, que esperamos que los demócratas se hagan con la Casa y el Senado el próximo noviembre, y la Casa Blana en cuatro años.Esperemos que así sea. Pues la corrupción de los políticos de turnoya empezó a construir nuevos mapas de destritos favorables a su partido. Ya presentaron un nuevo mapa de Texas que le da ciinco Representantes nuevos. Son totalmente corruptos e inmorales.

Felix Nadal
1 de agosto de 2025 a las 18:33

El falso político confiesa sin rodeos: “Yo estoy en política para hacer dinero”. El político de vocación, cree que él puede hacer bien a la sociedad, y se pone a ello; otra cosa es que le dejen los falsos o los corruptos.

Yo, ¡pobre de mí! pensaba que los políticos eran en su mayoría de vocación, y que al fracasar como salvadores, se corrompían para sobrevivir como los falsos. Pero esta batalla de falsos títulos, que no de flores, me sugiere que la corrupción, en muchos casos, hay que adelantarla al fracaso de la carrera anterior, cuando deciden ser políticos.

En este artículo, el doctor Gelabert pone el dedo en una llaga, al decir que los políticos “viven engañados” (se auto engañan). Y es que para engañar, hay que auto engañarse.
El político que piensa en “servir a los demás” pero solo consigue “vivir de los demás”, experimenta un malestar psíquico denominado “Disonancia Cognitiva” por Leon Festinger. Según Leon, este mal se puede paliar con auto engaño, pero solo se curará rompiendo la contradicción: pensando como vives, o viviendo como piensas. A mí esto me recuerda el síndrome de remordimientos de conciencia, pero analizado y solventado por un científico laico, en vez de por un confesor. Y este auto engaño de los políticos, no sería más que el tratamiento paliativo de Leon, auto medicado por ellos, para poder convivir con su contradicción. Otros se curan corrompiéndose: pensando como actúan; y casi nadie actuará como piensa ya que arriesgaría su supervivencia.

Y dice también el profesor Gelabert: “Donde no hay sensatez, la oración no la crea”. ¡Gracias por no creer que la oración sola nos haga sensatos o coherentes! Por eso creo que hay que hacer algo más que rezar. Quien vive en contradicción es lógico que tenga una conducta incoherente, insensata, deshonrada, imprudente. Por eso yo me sumo a esa llamada a la honradez, pidiendo personas honradas: (Pablo Casado vigilando al PP, Juan Lobato vigilando al PSOE...) e implantar, solo para políticos: la justicia prospectiva y la presunción de corrupción.

Pero me pregunto si las contradicciones religiosas judeo-cristiano-islámicas, o las de la nueva religión laica de los Derechos Humanos, no producirán también disonancia cognitiva, con consecuencias de diversa índole, en pastores o en ovejas. De hecho la definición de Festinger incluye también toda contradicción entre premisas aceptadas. Que el cielo nos guíe en nuestro examen de conciencia y coherencia.

Eduardo Jesus Giannattasio
1 de agosto de 2025 a las 22:37

En todos los ordenes ,el comun de las personas jugamos a dos caras, a veces en el trabajo los que seguimos a Cristo , mas si es un trabajo nuevo solemos callar nuestro compromiso cristiano. Por logica le exigimos mas al politico, al que se postula al cargo que sea, exigimos honestidad y transparencia. Pero me pregunto ¿ estas virtudes estan en nuestras sociedades? El politico, como el artesano, el medico o el barrendero son parte de la sociedad. Creo que hoy el gran flagelo, lamentablemente, es una sociedad que tiene a Dios en las alturas y aqui en la tierra, decea que no lo moleste. Gracias

Hormias
4 de agosto de 2025 a las 08:59

Lo suscribo de la A a la Z.fray Martín

Fernando
17 de agosto de 2025 a las 06:57

Se refiere usted a este GOBIERNO,q no tiene en la división y el ODIO,debería usted a mi parecer no hablar d política,sobre todo cuando las explicaciones q se dan son un tanto ambiguas..SABIENDO D DONDE PARTE LA MENTIRA..

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