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¿Ha llegado ya la guerra?
8 comentariosLa pregunta que encabeza este artículo es retórica, porque la guerra nunca ha desaparecido de la faz de la tierra. Pero es claro que también en eso hay grados. La guerra en suelo de Ucrania parece ya una realidad. El dato es que las tropas rusas han ocupado ya parte del territorio de Ucrania, en concreto dos regiones supuestamente pro-rusas de este país.
Parece que a algunos les preocupan las consecuencias económicas del conflicto. Calculan en qué medida las exportaciones de cereales de Ucrania van a afectar a los precios de la carne en España, o también hasta donde llegará la escalada en los precios de la energía. Pero puestos a enfocar el asunto económicamente no cabe duda de que siempre habrá quién se enriquezca con esas subidas de precios. De hecho, la guerra misma es un gran negocio, entre otras cosas porque exige que se fabriquen armas muy costosas. Al final, los pobres son los que sufren las malas consecuencias de la mala política.
Lo peor de las guerras es el sufrimiento que producen en personas inocentes. El Papa acaba de manifestar su angustia y preocupación por el empeoramiento de la situación en Ucrania. “La paz de todos, ha dicho, está amenazada por los intereses de las partes”. No sé si esas partes son los gobernantes, que seguramente nada perderán con la guerra, pues si fueran a perder algo no la harían. Lo que es evidente es que con el “todos” el Papa está pensando en el sufrimiento de las personas. Y como tanto Joe Biden como Vladimir Putin se confiesan cristianos, el Papa, sin nombrarlos, ha dicho: “quiero hacer un llamamiento a quienes tienen responsabilidades políticas, para que hagan un serio examen de conciencia delante de Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra; que es Padre de todos, no solo de algunos, que nos quiere hermanos y no enemigos”.
Por último, tras calificar a la violencia de “insensatez diabólica”, el Papa ha hecho un llamamiento a “creyentes y no creyentes”, invitando “a todos a hacer del próximo 2 de marzo, miércoles de ceniza, una Jornada de ayuno por la paz”, sin olvidar la oración que es “el arma de Dios”.
Ni este blog ni la página que lo alberga se ocupan de política, aunque sí pueden ocuparse de las consecuencias humanas y religiosas que comportan determinadas políticas. La guerra siempre es una mala política, un mal servicio a las personas y una ofensa a Dios, que nos quiere hermanos porque es Padre de todos.