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¿Fe como creencia o fe como encuentro?
4 comentariosMuchas palabras importantes tienen distintos sentidos según cuál sea el contexto en el que se las utiliza. Hoy, por ejemplo, muchos llaman al sexo amor. Hacer el amor es tener relaciones sexuales. Sin necesidad de llegar a este ejemplo extremo el término amor tiene un sentido distinto si estoy pensando en el amor que le tengo a un recuerdo familiar, al perro de compañía o a mi hijo pequeño. Pues lo mismo ocurre con el término fe. Solo que con la palabra “fe” resulta menos evidente que su sentido puede cambiar radicalmente según el contexto, pues muchos funcionan con un modo único de entender la fe y, en función de este sentido con el que funcionan, califican o descalifican otros usos del término, sin darse cuenta de que su calificación o descalificación lo único que demuestra es su supina ignorancia.
Muchos entienden la fe como un conocimiento de verdades. Tener fe, entonces, es tener por verdadera una doctrina, la de que Dios existe por ejemplo. Y pongo este ejemplo, porque si nos quedamos con este concepto de fe, los demonios también tienen fe. Lo dice la carta de Santiago. Desgraciadamente este concebir la fe como una adhesión a una serie de verdades es el más difundido en el mundo católico. Pero hay otro concepto de fe más bíblico y más profundo: fe es un encuentro, una adhesión incondicional al misterio del Dios de Jesucristo, que compromete y cambia la vida entera. Este es el concepto de fe que permite a San Pablo decir que la fe sola nos salva.
Si desde la idea de fe como un tener por verdadero alguien se permite criticar la afirmación de que la fe sola nos salva, su crítica solo demuestra cortedad de miras y falta de buena teología. Evidentemente, con solo tener por verdadera una doctrina, uno puede estar alejado del Señor Jesús. Para que se entienda: con este concepto de fe uno puede estar en pecado mortal. Pero si la fe es entrega incondicional, encuentro personal con Dios, entonces el que está en pecado mortal pierde la fe.
Con el segundo concepto de fe yo puedo decir tranquilamente que sólo quién tiene fe puede acercarse a recibir al Señor en la eucaristía. Si alguien, entendiendo por fe un tener por verdadera una doctrina, me critica diciendo que con sólo la fe se puede estar en pecado mortal (y sigo empleando este ejemplo para que se entienda lo que quiero decir), es porque tienen un concepto de fe insuficiente. Mientras no nos aclaremos con lo que queremos decir con una determinada palabra no hay modo de entenderse. Y lo único que hacemos es crear conflictos innecesarios. En el terreno religioso, como en todos los asuntos serios, la formación es necesaria para dialogar y para valorar adecuadamente lo que el otro dice.
Y para referirme al título del artículo: la fe como creencia no comporta la fe como encuentro; la fe como encuentro comporta la fe como creencia. No son dos concepciones opuestas, pero es necesario distinguirlas.