Jun
Estafador de curas
1 comentariosLeo en un periódico de tirada nacional del cuatro de junio de 2021: “se busca a un estafador de curas que esgrime la muerte de su madre”. En resumen, se trata de un caballero que se presenta en la sacristía en un momento inoportuno, llorando desconsoladamente, contando que su madre acaba de fallecer sola en Barcelona y pidiendo 200 euros para ir a enterrarla dignamente. Evidentemente, no quiere que le acompañen a comprar el billete, porque tiene mucha prisa y el tren está a punto de salir. A mi me ha pasado que me han pedido dinero para comer, y cuando doy comida, la comida acaba en la basura.
Los intentos de estafa tienen muchas variantes. Les cuento una muy divertida: hace unos años, algunos superiores Provinciales europeos, recibieron un sobre de otro supuesto Provincial, con un cheque de 225.000 libras esterlinas, acompañado de una carta que decía más o menos: ingrese por favor este cheque en su cuenta y transfiera el equivalente a 200.000 euros a esta cuenta de un país africano, porque desde mi país no puedo transferir euros. Los necesitan con mucha urgencia. El resto (atención: la libra esterlina es más alta que el euro) es para sus “obras”. Imagino que el truco está en los días de intervalo que hay entre el ingreso del cheque y su validación. En el entretanto se he enviado un dinero no recuperable y nunca se hace efectivo el cheque en libras esterlinas.
Podría contar muchas más historias de las que he sido protagonista o testigo. Seguro que a muchos de mis lectores les han llegado solicitudes de amistad por el Facebook de personas con amigos comunes, con un perfil muy “religioso”, y después de “aceptar” llega un mensaje en el que la persona en cuestión ofrece préstamos inmediatos de hasta cinco millones de euros, a devolver en un larguísimo plazo y a bajo interés. Más interesante quizás es el mensaje enviado por correo electrónico (algunos tenemos la desgracia de tener correos electrónicos “oficiales” y, por tanto, públicos) en el que una señora viuda de un supuesto diplomático millonario quiere hacer una gran obra de caridad para redimir sus pecados, y busca una persona buena, que sea de fiar, para enviarle una gran cantidad de dinero para repartir entre “los pobres”
El mundo de la mentira y del engaño se sirve de nuestra codicia y, cuando hemos descubierto que este pecado no conduce a nada bueno, es ya tarde. Cuento todo esto en plan “divertimento”, porque me imagino que ninguno de mis lectores ha picado (si es que le ha sucedido algo de eso). Cuando les pidan dinero “por motivos religiosos”, si no conocen a la persona, las probabilidades de que sea una estafa son enormes. Y si conocen a la persona, y están en plan generoso, asegúrense bien del destino de ese dinero. El dinero solidario mejor lo entregamos a instituciones serias, con solera y tradición, como Caritas u otras similares.