Feb
Bautismo para "otra cosa"
6 comentariosBautismo para “otra cosa”. Para otra distinta de la que debe servir el bautismo, signo de la fe, de conversión, puerta de entrada en la Iglesia. A veces sirve para contentar a los abuelos, otras para cumplir con una costumbre; también se bautiza, y además en un determinado lugar, “porque a mí (a la madre) me bautizaron aquí”. Ofrezco dos motivos nuevos por los que se bautiza “por otras razones” distintas de las verdaderas. Estos dos casos podrían optar a ocupar los primeros puestos de la “sin razón”.
El primer caso se sitúa en Cuba, en el contexto de la santería, religión practicada por los antiguos esclavos africanos y sus descendientes, y extendida por muchos lugares de América. No conozco bien el tema, pero sí puedo decir que, en muchas ocasiones, se requiere para convertirse en santero o santera el estar bautizado por un sacerdote católico. Así se comprende lo que me contaron en Cuba: que algunas personas van a solicitar el bautismo en la parroquia católica, enviados por los santeros, con el único fin de convertirse en santero o practicar determinados ritos santeros. Algunos párrocos, cuando un adulto solicitaba el bautismo, empezaron a no dar nada por supuesto, y preguntaron por los motivos de tal solicitud. La actitud de estos párrocos mereció la desaprobación de instancias superiores, que ordenaron “bautizar de todos modos”. Se ve que estas instancias quieren presentar buenos números para engrosar el anuario pontificio.
El segundo caso ha ocurrido en España, en el contexto de las primeras comuniones que, como es bien sabido, se han convertido, en algunos casos, en una fiesta social, en la que no importa demasiado la fe en la eucaristía. Dado que algunos niños y niñas matriculados en Colegios católicos, que organizan ceremonias de primera comunión, ya no están bautizados, desde hace un tiempo se solicita el certificado de bautismo para admitirlos a la catequesis de primera comunión. Me cuentan el caso de una familia sorprendida de tal petición y empeñada en hacer la fiestecita, para que “su niño” no fuera menos que los otros. Cuando los padres se convencieron de que sin certificado de bautismo no habría fiesta, los catequistas recibieron un certificado de bautismo del niño en cuestión. Pero, ¡oh sorpresa!, la fecha del bautismo era de la semana pasada. O sea, el niño ha sido bautizado con el sólo objetivo de que pueda recibir la primera comunión.