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Aclarando conceptos: sacerdotes, consagrados, religiosos.
11 comentariosComienzo una serie de entregas que podrían llevar como título general: “aclarando conceptos”. En principio van a ser cinco artículos. Los tres primeros dedicados a precisar el concepto de consagración, vida religiosa, laicado, secularidad y virginidad. El cuarto y el quinto responderán a la pregunta de si los llamados consejos evangélicos son exclusivos de la vida religiosa o consagrada.
¿Es lo mismo un seglar que un laico? ¿Es lo mismo un religioso que un sacerdote? ¿Es lo mismo un consagrado que un religioso? Las confusiones en estos terrenos son muchas. Incluso entre “la gente de Iglesia” hay, en ocasiones, confusiones o, al menos, imprecisiones. Tener claros algunos conceptos no nos hace mejores cristianos, por supuesto. Ni nos hace amar más a la Iglesia. Pero no está mal tener las cosas claras, para situarse mejor y para tratar a cada uno como le corresponde.
Vamos con la distinción entre religioso y sacerdote. Alguna vez he oído que tal persona ha ido a un “colegio de curas”. Pues si ese “colegio de curas” es un colegio de agustinos o de dominicos, se trata de un colegio regido por religiosos. Algunos religiosos son sacerdotes y algunos son laicos. El sacerdocio es un ministerio ordenado, como el diaconado o el episcopado. Ser religioso es vivir con un cierto estilo, en el que lo determinante es la profesión de los llamados consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia. Entre los religiosos algunos han recibido el ministerio presbiteral o diaconal. Otros no. Los que no han recibido el orden del presbiterado o diaconado son laicos.
La distinción entre consagrados y religiosos es más sutil y la mayoría de la gente no sabe distinguirlos. Para empezar, consagrado es todo cristiano, pues por el sacramento del bautismo ha sido hecho hijo de Dios. Consagración es dedicación. Pues bien, todos los cristianos estamos consagrados, dedicados a la comunión con Dios, unidos a Jesucristo, habitados por su Espíritu, santificados por su presencia. Ahora bien, esta consagración general de todos los bautizados, es posible vivirla con unos rasgos específicos o peculiares, que dan lugar a la vida de “especial consagración”.
Especial no por mejor, sino por distinta. Y ya se sabe, algunas distinciones son muy necesarias. Ahí es donde hay que situar las distintas modalidades de “vida consagrada”: monjes, monjas, religiosos, institutos seculares, eremitas, vírgenes consagradas. Diferentes modalidades: una consagrada en un instituto secular hace voto de virginidad, pero no es monja, ni es religiosa. Estas modalidades las iremos aclarando en sucesivas entregas.