23
Ago2016Teología intemporal y temporal
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Ago
Un reciente documento de la Conferencia Episcopal Española sobre algunas cuestiones de cristología fue acogido por algunos con el calificativo de “intemporal”. Cuando se utiliza el término “intemporal” para criticar algún documento supongo que se quiere decir que está alejado de la realidad concreta que viven los fieles. No es fácil responder a todas las preguntas que se plantean. Tampoco resulta fácil encontrar un lenguaje comprensible y cercano. Pero hay que intentarlo.
Con esto de lo “temporal” y lo “intemporal” ocurre también otra cosa, a saber, que se critican algunos documentos o tomas de posición que son muy “temporales”, o sea, que abordan temas concretos de forma muy directa, pero algunos de los oyentes o lectores consideran que no hay que ser tan directos (a propósito de cuestiones de ideología de género o de orientaciones políticas, por ejemplo). Al final ya no se sabe qué es mejor: si ser temporal o intemporal. ¿O la temporalidad e intemporalidad dependen del tema de que se trate? ¿O quizás los prejuicios y la sensibilidad del oyente mueven a calificar de oportuno o inoportuno, temporal o intemporal la cuestión tratada?
Hablando de temporalidad e intemporalidad ofrezco una sugerencia de cara al próximo curso, dirigida a los grupos cristianos de reflexión y de estudio: la de estudiar de forma directa el estupendo documento del magisterio del Papa Francisco sobre la familia. Cuando el documento se lee sin prejuicios, sin malas intenciones, sin descalificaciones previas, nos encontramos con unas reflexiones temporales y concretas, válidas para todos, de una riqueza enorme, tanto humana como cristiana. Es verdad que en este documento hay dos tipos de reflexiones, las referidas a las familias que, con sus problemas y dificultades, viven su matrimonio cristianamente, y las referidas a aquellas situaciones en las que las dificultades se han traducido en rupturas que han forzado a tomar soluciones difíciles e inesperadas.
A mi me parece que la mayoría de nuestros fieles están en la primera situación, en la de la vida matrimonial vivida cristianamente, con sus dificultades, pero también con la buena voluntad de ser fieles al Señor. A ellos les recomiendo que lean los capítulos del documento de Francisco que les atañen directamente, porque les harán mucho bien. Insisto: mucho bien.