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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

4
Jul
2014

Un Dios escondido

6 comentarios

“Tú eres un Dios escondido” exclama el profeta Isaías. El profeta añade que este Dios escondido es también el Salvador de Israel (Is 45,15). En lo referente al escondimiento de Dios, hay una coincidencia básica entre el creyente y el no creyente. Precisamente lo que hace posible el ateísmo es la no evidencia de Dios, el hecho patente de que Dios no se impone y de que no existe ningún argumento concluyente que nos obligue a afirmar su existencia. El creyente también está de acuerdo en que Dios no es una evidencia. Si existe no hay modo de señalarlo con el dedo. Señalar con el dedo solo se puede a los ídolos. Por tanto, la diferencia entre creyente y no creyente no está en afirmar el silencio o el ocultamiento de Dios, sino en que el creyente afirma que, a pesar de este ocultamiento, Dios existe y es Salvador. En la base de toda religión está esta convicción y esta confianza.

En la creación no existen signos evidentes del Creador. La grandeza del universo, la frondosidad de la naturaleza o la maravilla de la vida, plantean muchas preguntas. Científica y filosóficamente es posible dar distintas respuestas a estas preguntas. Unos dicen que el universo existe desde siempre y no necesita de ningún agente externo para explicarse. Otros concluyen que Dios está en el origen de lo creado. Estas respuestas, si son serias, tienen sus buenas razones, pero nunca son concluyentes y definitivas. Ahora bien, si Dios existe tiene que ser un Dios coherente con este silencio que, en última instancia, aparece en la creación. Una respuesta creyente, explicativa del silencio de Dios, es que Dios no quiere imponerse, porque quiere ser aceptado libremente, ya que solo desde la libertad es posible el amor, y solo desde el amor es posible la salvación.

En la revelación cristiana aparece un Dios muy coherente con el silencio de la creación. La religión que mejor explique el silencio de Dios y que más en consonancia se muestre con el Dios escondido de la creación, tiene más visos de ser considerada auténtica. Precisamente el Dios que se revela en Jesús está tan escondido que es posible rechazarlo, sin que este Dios pronuncie una sola palabra o responda con una sola amenaza. Es un Dios que permanece en silencio ante el Crucificado. Es un Dios tan callado que parece impotente. Se diría que no está. Este Dios que se oculta ante el conocimiento y el sufrimiento es también el Salvador. La resurrección del Crucificado que clamaba a Dios y no obtenía respuesta, manifiesta la futura liberación con que Dios salvará a la historia humana.

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maria del saliente
5 de julio de 2014 a las 01:54

Desde el principio de la Biblia sabemos que Dios nos hace libres, comunitarios y dueños de la naturaleza y es tan exquisito con nuestra libertad que no nos impone nada (desgraciadamente la responsabilidad que conlleva la libertad, no la aceptamos, queremos ser libres y q otro cargue con la responsabilidad)no interfiere en nuestro libre albedrio, va mas lejos nos perdona si nos equivocamos. Si siguieramos esas ligerisimas y naturales reglas que son los Mandamientos, si nos creyeramos comunitarios ( es decir iguales a los demas no superiores sino compañeros de camino que tienen cualidades complementarias para hacer el camino)no habria guerras ni conflictos por que nos respetariamos, si asumieramos que somos dueños de la naturaleza que además nos cobija y es nuestro habitat, no para explotarla y esquilmarla sino para que podamos sobrevivir en paz y armonia...habria llegado el Reino de Dios.

María de Yasna Gora
6 de julio de 2014 a las 14:47

También dice la sagrada Escritura: "Dios se revela a los pobres, humildes y sencillos y se resiste a los soberbios". Para el humilde, Dios está escondido pero, no es desconocido, y como dice el salmo invitatorio de laudes: "Si hoy escucháis su voz no endurezcáis vuestro corazón, como en Meribá, como el día de Masá, donde vuestros padres me pusieron a prueba y me tentaron, aunque habían visto mis obras..."
El camino de la experiencia mística viene a completar el teológico y el filosófico. En la oración y la escucha de la palabra nos habla Dios. En los acontecimientos de nuestra historia personal, nos habla Dios. No todos entienden su historia personal, hace falta discernimiento y por supuesto formación cristiana.
En conclusión,en el tiempo de verano allí donde cada uno se encuentre hay que descubrir a Dios, tener vida espiritual.

Valero
8 de julio de 2014 a las 11:27

Atrapada en las tinieblas de una enfermedad que le arrebata la esperanza y las ganas de vivir, escucho con cierta frecuencia el grito de angustia de mi esposa:”Dios se ha olvidado de mi, Dios no me ama, Dios no existe”. Yo la escucho, la abrazo y participo, sobrecogido, de ese atronador silencio de Dios que parece haberla abandonado a su suerte… Y sin embargo mi corazón se obstina en no dudar de la infinita ternura y bondad del Padre. Dios ha sellado su ternura en mi corazón para que yo ame a mi esposa por encima de mis miedos y he descubierto que a pesar de la aparente inutilidad de mi amor, ella se siente amada y acompañada y a través mío, la ternura del Padre la consuela. A la luz de este sufrimiento he comprendido que el silencio de Dios, es también ese espacio en blanco que él nos deja para que mostremos su misericordia. Dios calla, sí, pero nos otorga el don y la capacidad de “hablar” en su nombre, mostrando su rostro compasivo a todo aquel que sufre.

Luciana
8 de julio de 2014 a las 14:59

No sería yo.si pasara por alto,el comentario de Valero a este post de P.Martin.
Valero, amigo,solo sé por lo que leo que,Dios, te ha sellado con la Fé privilegiada de Su Amor.Muchos quieren tenerla y,por un misterio insondable no pueden.El sufrimiento tan doloroso en el que te ves envuelto,fortalece a tu esposa,si lo unes a la Pasión de Jesús de lo que estoy segura lo haces.Teneis muy cerca la luz pero,que,todavía el dolor no la deja pasar.Änimo.Hay un grupo de almas orantes que interceden por tu esposa.Jesús la ama pero,la ha unido a su Pasión redentora,tambien a ti.Triunfareis.

Wilson Rodríguez
20 de julio de 2014 a las 04:31

No es cierto lo que decía George Baataille, en su "Experiencia Interior", de que el hombre es un súplica sin respuesta".Dios habla en la historia: El otro día buscaba en una librería limitada de provinicia un libro de Teología de la cruz, y lo primero que me encontré fue a un escritor conocido que me caía gordo. Lo saludé, pero quedé frío.Por algo San Agustín que escribe con un violín,dice:"Dios que te creo sin ti,no te salvará sin ti".Pero si hablar de un silencio del Verbo es posible, el corazón de la bienaventurada María, es ese silencio,imposible ante el susurro del Inefable.En el por qué del crucificado,donde reside nuestra ruptura con Dios, Dios nos responde en tres días. Dios nos llama a amar al enemigo, como una experiencia personal de resurrección.

María Mónica de Oro
14 de julio de 2020 a las 05:25

Gracias, gracias...por tanta claridad...!!! Quisiera q pudieran leerlos quienes dicen:..."..y la Providencia, donde estaba cuando apareció este contagio incontrolable...??
O cuando dicen: .." yo no he visto en los ultimos tiempos ninguna intervención extraordinaria, q indique q Dios No quería este sufrimiento..."
Debieran leer esta reflexión...

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