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Sábanas y sudarios llamados santos
6 comentariosEl sudario de Oviedo, la sábana de Turín y el paño de la Verónica de Manoppello son tres objetos que hacen referencia a la vida de Jesús. De los tres hay amplia información en internet. Las opiniones sobre ellos son muy dispares, incluso contradictorias. Se me ha preguntado por qué estos tres objetos no son prácticamente tenidos en cuenta en la cristología actual para explicar la grandeza del Jesús histórico a partir del misterio de Dios.
He comprobado que este es un tema muy sensible. Muchas personas se muestran disgustadas ante cualquier explicación que ponga en duda la autenticidad de estas reliquias. Lo que, en parte, significa que en la valoración que se hace de ellas influyen no sólo factores racionales, sino también pasionales.
La pregunta que me han hecho es interesante: ¿por qué no son tenidos en cuenta por la cristología actual? Yo diría que no son tenidos en cuenta porque es mejor no arriesgarse a fundamentar la fe sobre algo que pudiera no ir en la línea de lo que se pretende demostrar. Suponiendo que la sábana de Turín sea un lienzo del siglo I, y suponiendo que en ella se hubiera envuelto el cadáver de un crucificado, todavía faltaría probar que este crucificado fue Jesús de Nazaret.
Más provechoso que discutir sobre la autenticidad o inautenticidad de estas reliquias, sería valorar si para algunos se han convertido en “disparadoras” de la fe. En última instancia lo importante no es lo que ha “disparado” la fe en Cristo: problemas personales, preguntas sobre el sentido de la vida, o visitas a un determinado santuario. Lo que importa es el encuentro con Cristo. Y si uno se ha encontrado con Cristo, aunque el sudario haya sido un disparador, sabe muy bien que su fe no se basa simplemente en el sudario. De modo que, si un día termina convenciéndose de su falsedad, la fe no se tambaleará.