Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

4
Mar
2012

Lozano y frondoso en la vejez

4 comentarios

Hoy nadie quiere ser llamado viejo. La palabra resulta casi ofensiva, a pesar de que actualmente envejecemos mucho más que antes, gracias a los avances de la medicina. Si convencionalmente la vejez se sitúa a partir de los 65 años, no cabe duda de que hoy la mayoría de los nacidos superan ampliamente esta edad y, entre los que la superan, muchos lo hacen con salud y perspectivas de vida buena. Lejos de considerar que han entrado en una etapa de decadencia, las personas que han cumplido 65 años buscan y encuentran oportunidades para emprender muchas actividades y disfrutarlas más que nunca. Más aún, es precisamente la edad la que permite acumular experiencias que contribuyen a mejorar la calidad de muchos trabajos, sobre todo en el campo de la investigación y la creación (y en consecuencia permite aumentar los ingresos), y la que ofrece mayores oportunidades de conseguir algunos de los puestos sociales más ambicionados (como son aquellos que tienen que ver con el gobierno, desde los niveles empresariales, a los políticos y hasta eclesiales). Aunque no lo dijera en los sentidos que acabo de mencionar, el salmo 91 constaba que en la vejez se puede dar fruto y estar lozano y frondoso.

Cierto, el salmo 91 no se refiere a logros económicos o políticos, sino religiosos. Para el salmista, el que en su vejez sigue dando frutos y está lozano y frondoso es “el justo”, o sea, el que vive de cara a Dios. Y eso con un objetivo: “para proclamar que el Señor es justo, que en mi Roca no existe la maldad”. Si el justo, como dice otro salmo (el 33) es el que bendice al Señor en todo momento, o sea, el que siempre habla bien de Dios, al contrario del impío que sólo habla bien de Dios o de sus equivalentes (la buena suerte, la naturaleza o la vida) cuando los acontecimientos le son favorables, y maldice cuando las cosas le van mal, entonces se comprende que “en la vejez” el justo, tras una larga experiencia de apoyarse en el Señor, de contemplar la vida con amplia perspectiva, sabiendo relativizar muchas cosas, pueda decir: “en mi Roca no existe la maldad”. Después de todo, y a pesar de todo, puedo dar testimonio de que Dios todo lo hace bien y que nunca abandona a los que le son fieles.

Posterior Anterior


Hay 4 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


Jota
5 de marzo de 2012 a las 16:33

"Nunca abandona a los que son fieles", pero tampoco a los que le son infieles, con estos tambien lo hace todo bien. Quizá el problema está en el receptor, que no sabe, no puede o no comprende que Dios es capaz de actuar a través de él, y ser capaz de experimentar una presencia que llena todo vacío, y hacerlo bendecir a pesar de su impiedad.

Mercedes
5 de marzo de 2012 a las 22:51

Bendito sea Dios en todo momento ¡... en la salud y en la enfermedad , en las alegrías y en las tristezas ... Bendito eres porque existes , porque estás ahí , porque eres compasivo y misericordioso , lento a la ira y rico en clemencia y misericordia ..¡

Desiderio
6 de marzo de 2012 a las 11:15

Es verdad. La vejez, aunque yo todavía estoy un poco lejos de ella, creo que puede ser una etapa de la vida en la que se puede dar mucho fruto, y disfrutarla. ¡Cuánta razón tienen los que dicen que la vejez no es cosa tanto de años como de espíritu! Todos conoceremos a ancianos con un espíritu vital envidiable, y a personas no ancianas que parecen ya envejecidas de antemano. Yo creo que la vejez tiene sus cosas buenas y sus cosas menos buenas, y hay que saberla vivir según su idiosincrasia, como todas las demás etapas de la vida, supongo. Un niño tiene que ser niño, un adolescente adolescente, un adulto adulto, y un anciano anciano. Los ‘viejos’ pueden aportarnos a todos muchas cosas por su experiencia de la vida, su sabiduría,… y también viviendo con serenidad y esperanza sus achaques y, lo que ya empiezan a ser, sus últimos años de vida. ¡Ojalá sepamos encajar nuestra vejez con esa altura de ánimo, y poder así repartir ‘vida’!

homenaje a nuestros viejos
6 de marzo de 2012 a las 17:24

Gracias a las pensiones de muchos abuelos, hay familias que comen cada día. Y abuelos que siguen ejerciendo de `padres de sus nietos. Una generación de abuelos que vivieron épocas de crisis en las que se comían mondas de patata. Y algunos llegan a centenarios. Una generación con cuajo, sufrida, trabajada, acostumbrada a afrontar problemas. Detrás vino otra generación, más laxa, con otros valores, con aciertos y errores como todas. La sabiduría de nuestros abuelos es muy necesaria en estos momentos. Quizá ayuden a recuperar valores que se perdieron por el camino de una mal administrada época de vacas gordas. Sirvan estas palabras de pequeño homenaje a nuestros abuelos

Logo dominicos dominicos