Logo dominicosdominicos

Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

15
Feb
2021

La fiesta de los cuarenta días

4 comentarios
miercolesceniza

En latín cuaresma se dice “quadragesima”, o sea, los cuarenta días que preceden a la Pascua. Si fuera legítimo traducir “quadragesima” por cuarentena, bien podríamos decir que vamos a comenzar la fiesta de los cuarenta días, o la fiesta de la cuarentena.

El término cuarentena se ha hecho popular durante este tiempo de pandemia, para describir el aislamiento de las personas. En cuaresma no se trata de ningún aislamiento. Todo lo contrario, se trata de salir al encuentro del Señor glorioso, que resucita de entre los muertos. Por eso he calificado la cuaresma de fiesta de los cuarenta días. Esperar el acontecimiento decisivo de la salvación sólo puede hacerse en un clima de fiesta.

El miércoles de ceniza quiere llamar nuestra atención, despertarnos para que percibamos lo que, desgraciadamente, pasamos por alto con demasiada frecuencia, a saber, la presencia salvífica del Dios vivo en nuestras vivas. Abramos, pues, nuestros oídos y nuestro corazón, para que esa llamada de Dios llegue al centro de nuestro corazón y nos ayude a recorrer el camino que lleva a la Pascua.

El rito de la ceniza deberíamos interpretarlo en clave de vida. Cierto, una de las fórmulas de la imposición repite las palabras que, según el libro del Génesis, Dios dijo al ser humano después de pecar: “recuerda que eres polvo y al polvo volverás”. No hay que olvidar que este polvo se convirtió en ser humano cuando Dios insufló en sus narices (pues aquel polvo tenía una capacidad receptiva) el aliento de la vida y, al hacerlo, convirtió ese polvo en su propia imagen. Por tanto, el ser humano, más que del polvo procede de Dios, para volver a Dios y no al polvo. Es un polvo llamado a la eternidad, polvo lleno de espíritu y amado. Y cuando Dios ama, ama para siempre.

El polvo recuerda la condición frágil del ser humano. Pero esta fragilidad encuentra en Dios su fuerza. La cuaresma nos recuerda donde está nuestra fuerza. Si nos encerramos en nosotros mismos no somos nada. Si nos abrimos al Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos (Rm 8,11), y es capaz de entrar en lo más profundo de nuestra vida, lo somos todo. Y si nos abrimos a ese Espíritu, necesariamente nos abrimos a los hermanos. Ese es el sentido positivo del ayuno cuaresmal: ayuno solidario con aquellos que no tienen para comer. El ayuno que comparte comida con el necesitado es el único agradable a Dios.

Posterior Anterior


Hay 4 comentarios, comparte el tuyo

En caso de duda, puede consultar las normas sobre comentarios.

Aviso: los comentarios no se publican en el momento. Para evitar abusos, los comentarios sólo son publicados cuando lo autorizan los administradores. Por este motivo, tu comentario puede tardar algún tiempo en aparecer.

Cancelar repuesta


J. Garcia
15 de febrero de 2021 a las 15:52

El rito de las cenizas me confunde, sobre todo cuando veo católicos que le dan preferencia a la Eucaristía: el miércoles de ceniza se llenan las iglesias (está muy bien), y tan pronto reciben las cenizas, se van. De alguna manera, la Iglesia promueve esta conducta ofreciendo cenizas fuera de la Eucaristía, supongo, para que las gentes no se pierdan el producto, como si fuese un sacramento..
Ciertamente somos polvo y al polvo volvemos, pero nuestro yo
personal recibirá un cuerpo glorioso equivalente que nos dará el Espíritu Santo. Por lo tanto, este rito de la ceniza me parece un rito anticuado, que no importa los trajes que le pongamos, no le veo justificación. Porque la realidad del hombre es que, no viene del polvo y al polvo vuelve, sino que viene de Dios y a Dios vuelve.

Franklin O.
16 de febrero de 2021 a las 04:21

El rito de las ceniza es claro, nos recuerda simplemente las palabras de Dios en el Génesis: "Polvo eres y en polvo te convertirás". Nuestra vida aquí en la tierra es pasajera, muy corta, pero lamentablemente muchas veces nos olvidamos de donde venimos, y hacia donde deberíamos de conducir nuestra mente y nuestro corazón, para en un tiempo muy corto podamos estar en el Reino de nuestro creador.

Esa es la IMPORTANCIA, de este rito cada año, y por eso se inicia este tiempo tan especial con la imposición de la ceniza, porque es bueno recordar de dónde venimos y hacia dónde deberíamos de ir. ¡ay! es que humanamente somos tan olvidadizos y nos escabullimos de la esencia de ser cristianos, pero cristianos auténticos.

Dios nos bendiga, en este tiempo de cuaresma que esta por iniciar, y nos ayude a prepararnos de corazón, para vivir su resurrección con toda la alegría que representa, que Cristo Resucitó! Aleluya! Demos gracias al Señor.

Loreto
17 de febrero de 2021 a las 09:58

"El inquisidor calla. Espera unos instantes la respuesta del preso. Aquel silencio le turba. El preso le ha oído, sin dejar de mirarle a los ojos, con una mirada fija y dulce, decidido evidentemente a no contestar nada. El anciano hubiera querido oír de sus labios una palabra, aunque hubiera sido la más amarga, la más terrible. Y he aquí que el preso se le acerca en silencio y da un beso en sus labios exangües de nonagenario"
El gran inquisidor en los hermanos Karamazov.
Que en este tiempo de Cuaresma, aprenda a pedir perdón y germine la semilla de la gracia en el desierto.

Julia Asensio
17 de febrero de 2021 a las 10:06

“La fiesta de los cuarenta días”...
Inmensa y profunda ALEGRÍA salir al encuentro del PADRE!!!...pero no de cualquier manera...pues todos los grandes acontecimientos requieren de una preparación, a conciencia... para vivirlos después plenamente!!!¿no es verdad?...
Reconocernos vulnerables y “no autosuficientes”....
Renunciar a todas esas cosas materiales a las que nos agarramos y nos convierten en esclav@s...y que nos cuesta tanto “soltar”....
Vaciarnos!!!de todo aquello que impide que el Espíritu de Dios HABITE en nosotr@s....(¡porque no le damos cabida!)..
Prepararnos así para el gran momento, para el gran encuentro ,para la gran fiesta!!
Iniciamos el camino como pueblo,en fraternidad... siempre así,en comunión.
Un abrazo cuaresmal?

Logo dominicos dominicos