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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

3
Dic
2007

Hacer presente el futuro

8 comentarios

La primera mitad del adviento dirige nuestra mirada a la última venida del Señor, que de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos. Vendrá con gloria y dejará claras muchas cosas que ahora no lo están: que triunfará el amor, la verdad y la justicia, que él está presente en el indigente, que el pan está para ser repartido. Los textos litúrgicos de la primera parte del adviento dirigen la mirada hacia el final de la historia. Pero pretenden cambiar el presente. El Papa, en su encíclica ha recordado que cuando la carta a los hebreos dice que los cristianos son huéspedes y peregrinos en la tierra porque añoran una patria futura, se refiere a algo muy presente: “los cristianos reconocen que la sociedad actual no es su ideal”. Este reconocimiento nos invita a emplear nuestras fuerzas y posibilidades en cambiarla de acuerdo al ideal.

En esta línea resulta sugerente leer en clave de presente las afirmaciones apocalípticas del Nuevo Testamento: cuando el discurso apocalíptico habla de terremotos, caída de estrellas, oscurecimiento del sol, ¿está hablando de sucesos cosmológicos o está utilizando imágenes cósmicas para referirse a la necesidad de graves transformaciones históricas? ¿Está hablando del final caótico de este mundo o del caos actual que es necesario transformar en cosmos, en un mundo ordenado según el proyecto de Dios? Si lo pensamos bien este lenguaje no es tan extraño. Nosotros hablamos de desastre económico o de terremoto político para referirnos no a fenómenos cósmicos, sino a transformaciones de la historia. Y los símbolos del sol, la luna, las estrellas aparecen en las banderas del mundo o en los logotipos de las grandes empresas. Con la palabra potencia (Mc 13,25) nos referimos a los imperios de este mundo. Este lenguaje apocalíptico, ¿no podría designar las grandes transformaciones que se introducirían en nuestra historia si cayeran estos poderes que ahora dominan el mundo? El lenguaje apocalíptico es instancia crítica para el aquí y el ahora. En Spe salvi hay alusiones al aspecto crítico de la esperanza cristiana. ¿Hubiera sido deseable concretar y nombrar los graves problemas sociales, económicos y políticos a los que se enfrenta la humanidad actual?

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stella
4 de diciembre de 2007 a las 10:25

Las investigaciones de la física cuántica están creando nuevas sinergias. Nos van descubriendo que en la realidad coexisten diversos planos. Que el microcosmos y el macrocosmos están interrelacionados. Lo que ocurre en lo pequeño puede acontecer en lo grande. Nos movemos en una realidad multidimensional, en la que simultaneamente acontecen hechos diversos. Comenzamos ahora a caminar en un nuevo paradigma, del que casi todo está por descubrir. Como el funcionamiento de nuestro cerebro, del que solo ponemos en funcionamiento una novena parte ( así nos va..!). Vida y muerte en íntima correlacíon: supernovas que desaparecen: nacen nuevas estrellas. Seres que desaparecen y otros que nacen. El ritmo de la vida tambien es multidimensional. El Apocalipsis acontece ya en la historia y simultaneamente en el fín de los tiempos. Porque la dimensión tiempo-espacio es relativa y multidimensional. Tiempos vendrán en que viajaremos en esta realidad multidimensional. ¿ No lo hacen ya algunos adelantados en viajes astrales? ¿ Cada uno de nosotros cuando dormimos cada noche?. Queda mucho por ahondar en Cristo. Y no llegaremos a conocer la altura, profundidad y anchura de Dios hasta que Él nos lo quiera dar a conocer. Pero forma parte del legado del ser humano llegar hasta el límite de sus posibilidades investigadoras. La física cuantica está en la avanzadilla de este siglo. El diálogo ciencia-religión, ilumina presente y futuro.

Pedro C.
4 de diciembre de 2007 a las 19:43

Me ha gustado la lectura que ha hecho usted de los textos apocalípticos del N.T., aunque es posible que la exégesis diga otras cosas. Y respecto a la pregunta final de su post no sé qué decir. Si se responde que sí entonces es fácil acusar a la Iglesia de meterse en política. Si se dice que no, es fácil acusarla de quedarse en principios generales y no concretar. Claro que si nos fijamos en la actitud de Jesús vemos que sus diatribas son contra personas concretas, los escribas y fariseos. Y al representante del poder político lo llama por su nombre y lo califica de zorro. Nada menos.

JM Valderas
4 de diciembre de 2007 a las 19:50

Querido Padre Faragó permitame un aviso para navegantes. Aunque la realidad y el discurso puedan ser poliédricos, no conviene confundir las cosas. la exposición de Gelabert sobre el Apocalipsis se desarrolla con diafanidad, al no traspasar los límites de la exégesis y su riqueza de contenido moral (social, económica y política). Introducir un lenguaje "científico" de resonancias en realidad paracelsistas es un riesgo en el que a menudo se cae. En plata: la física de partículas, cuántica, permite explicar la cosmología en los momentos iniciales de aparición del universo y cosmoquímica (formación de los elementos), pero no podemos afirmar ninguna interrelación mutua relevante hoy y menos meter a Cristo por medio. Ese proceder está denunciado en historia de la ciencia con el nombre de "affaire Sokal". Consiste en emplear un lenguaje científico "duro" para explicar conceptos sin ninguna vinculación con el mismo.Alan Sokal "coló" un artículo de "física sociológica" en una revista de sociología. Lo hizo adrede para poner en evidencia a ese tipo de lenguaje y de revistas. Tales "troyanos" son capaces de acabar de un golpe con la seriedad y reputación de un medio. Lo de los "viajes astrales" podría haberle servido de sospecha.

Bernardo
4 de diciembre de 2007 a las 22:59

Me temo, y no intervendré más sobre este asunto, que hemos retrocedido hasta 1962, mes de septiembre. La encíclica no nos da esperanza ninguna y sí una gran certeza de pérdida del norte evangélico. Gracias a Dios "hablarán las piedras".

javier
5 de diciembre de 2007 a las 05:56

"el Universo es escatológico. Su plena maduración coincide en la convergencia con el Cristo Alfa y Omega.El Cristo cósmico. Todo lo que asciende, converge. Con el Universo cristificado ( o lo que es lo mismo con Cristo Universalizado) aparece un super-medio evolutivo <<el Medio Divino>>, cuyas propiedades particulares, ligadas a la emergencia de dimensiones psiquicas absolutamente nuevas, a todo hombre le resulta, en adelante, indispensable captar. Desde el instante, en que en lugar de aislarlo y oponerlo a lo que se mueve, se le <<conecta>> resueltamente con el mundo en movimiento, el Cristianismo, un cristianismo <<renacido>>, es motriz de la Evolución, <<amorizándola>> por la doble virtud, totalmente conprendida en su Cruz y Resurrección" " Iré hacia el futuro más seguro de mi doble fe de hombre y de cristiano...porque he entrevisto desde lo alto de la montaña la Tierra Prometida .¡ Oh Cristo, siempre mayor!"
Lo Crístico.Teihard de Chardin.Sacerdote Católico.Jesuita.Científico.

Hablarán las piedras vivas, proféticas,en Iglesia, a tiempo y a destiempo.La encíclica,abre puertas a la esperanza. Las abre. Ya es algo

oikoumene
5 de diciembre de 2007 a las 07:25


in necesariis UNITAS
in dubiis LIBERTAS
in omnibus CARITAS

S. Agustín

JM Valderas
5 de diciembre de 2007 a las 20:04

Concedidas la buena voluntad y la mejor intención a Pierre Theilard de Chardin, sépase de inmediato que no era ningún físico, sino paleoantropólogo. La descripción que da del cosmos no tiene nada que ver con la ciencia. Se trata de una impostación religiosa. Por culpa de estas mixturas y ausencia de rigor, cuando no de grueso disparate, está costando mucho la aceptación de la Iglesia en medios científicos. No hagamos más duro el trabajo a quienes, como el dominico oceanógrafo recientemente fallecido en el Capítulo de Bogotá, supo labrarse una autoridad científica para mejor dispensar el mensaje de Cristo.

Cristina
6 de diciembre de 2007 a las 01:00

Creo muy acertado tu comentario sobre la encíclica y sobre sus consecuencias para la sociedad y la cultura postmoderna. (Yo aún me la estoy leyendo) El talante de tu reflexión no puede ser más respetuoso con las personas e instituciones; y al mismo tiempo pone el dedo en la llaga de lo que nos hemos de cuestionar todos y cada uno en este complejo mundo en que vivimos...
Lo que verdaderamente mina la esperanza, es esta obsesión autodestructiva del poder más que el vecino, de la crítica despiadada y gratuita, del jugar a salvadores desde un cómodo sillón, siendo proclives al juicio del otro y poco inclinados al juicio de uno mismo.
Creo que en nuestras pequeñas manos está más a nuestro alcance hacer caer nuestra megalomanía personal, e invitar amablemente a los que tenemos más cerca a hacer lo mismo.

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