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Dic2009La vida es espiral
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Dic
Un año más. El ciclo de las estaciones se repite, de la misma forma que se repiten los tiempos litúrgicos. Un año más en el que volveremos a celebrar los mismos acontecimientos cristianos. Y, sin embargo, al menos para el cristiano, la imagen del círculo que siempre retorna no es apropiada. La vida es irrepetible, cada momento es único y hay que aprovecharlo. No vuelve más. Para el cristiano la vida es una línea recta, una flecha cuyo destino es Dios.
Si la vida litúrgica parece circular, porque se repite año tras año, con los mismo tiempos y las mismas fiestas, no es porque el Señor de vueltas alrededor de nosotros o nosotros demos vueltas alrededor del Señor. Es porque celebramos la presencia permanente del Dios revelado en Jesús, recordando estos momentos de la vida de Jesús en los que Dios nos manifiesta su amor. En este sentido, la buena imagen para describir la sucesión de los años, cristianamente hablando, sería la espiral. Una espiral que ciertamente rueda, pero nunca pasa dos veces por el mismo punto, sino que haciendo círculos cada vez más amplios, avanza hacia adelante hasta alcanzar su objetivo en Dios.
Mi intención, durante el año 2010, es no fallar a las lectoras y lectores del blog. No me fallen ustedes, pues con su presencia estimulan mi reflexión y hacen posible el blog.