Jun
Visión de Dios, tarea del hombre
2 comentariosLa prensa destaca los aspectos políticos del discurso de Obama en la Universidad de El Cairo. Ha sido un discurso valiente, ha abordado los problemas de frente. A mi me gustaría notar la dimensión religiosa del discurso, la apelación a la raíz última, al fondo común de todos los seres humanos, más allá de las diferencias, que es el Dios que nos une como una sola familia y nos quiere hermanos bajo su única paternidad. En Europa no estamos acostumbrados a escuchar en boca de los dirigentes políticos este tipo de referencias religiosas.
El Presidente de los Estados Unidos ha hecho un llamamiento a la búsqueda de un territorio común en el que sea respetada la dignidad de todos los seres humanos. Ha concluido con estas palabras: “Es más fácil iniciar las guerras que terminarlas. Es más fácil echar la culpa a los otros que mirar a nuestro interior, considerar lo que nos diferencia del otro que encontrar lo que nos une. Pero tenemos que elegir el camino correcto, no sólo el fácil. Hay una regla común a todas las religiones: uno debe comportarse con los demás como quisiéramos que los demás se comportaran con nosotros. Esta verdad trasciende naciones y pueblos y no es nueva, no es blanca, negra o castaña; no es cristiana, musulmana o judía. Es una creencia que late desde la cuna de las civilizaciones y que aún lo hace en el corazón de millones de personas. Es la fe en otra gente, y esto es lo que me ha traído hoy aquí.
Tenemos la capacidad de lograr el mundo que deseamos, pero sólo si tenemos el valor de emprender un nuevo comienzo, recordando lo que ha sido escrito. El Sagrado Corán nos dice: “¡Oh, hombres! Os hemos creado hombre y mujer; y os hemos hecho naciones y tribus para que os podáis conocer los unos a los otros”. El Talmud nos dice: “El conjunto de la Torá tiene la finalidad de promover la paz”. La Sagrada Biblia nos dice: “Benditos los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. Todos los pueblos pueden vivir juntos en paz. Sabemos que esa es la visión de Dios. Ahora, esa debe ser nuestra tarea en la Tierra”.
Queda mucho camino. Pero se dan pasos. Como en su día hizo Benedicto XVI, Obama ha contribuido a crear un nuevo clima, necesario para empezar una nueva etapa en las relaciones entre Oriente y Occidente, Israel y Palestina, cristianos y musulmanes.