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Una droga peligrosa llamada geriniol
5 comentariosUno de los más conocidos divulgadores de la ciencia en nuestro tiempo, Richard Dawkins, ha dado el nombre de “geriniol” a lo que él considera una peligrosa droga adictiva, que tiene efectos muy negativos. Esta droga infecta la mente de los niños, es causa de violencia y fanatismo, y habría sido la culpable del ataque del 11 de septiembre de 2001 a las torres gemelas de Nueva York. ¿Cuáles son los componentes de esta droga? No son químicos o biológicos, sino mentales. Esta droga transmite un virus de la mente, algo así como un parásito mental que se autorreplica y se transmite por imitación de padres a hijos. Dicho sin tapujos: este virus de la mente es la religión. Es fácil darse cuenta de que geriniol es un anagrama que se forma cambiando el orden de las letras de la palabra religión.
Dawkins, además de un genetista prestigioso, ha sido uno de los científicos más beligerantes contra la religión. En contra de lo que él opina, la oposición entre ciencia y religión, no tiene base científica. De hecho, muchos buenos científicos son personas religiosas, que no encuentran ninguna incompatibilidad entre su fe y sus investigaciones. Más aún, las religiones, al menos el judaísmo y el cristianismo, siempre se han asombrado ante las maravillas de la naturaleza y han encontrado en ellas un motivo para ensalzar al Creador. Un mejor conocimiento de estas maravillas, y este conocimiento lo proporciona la ciencia, puede ser un motivo mayor para esta alabanza al Creador. Yo no creo que la ciencia conduzca a la religión, pero sí pienso que la ciencia, para el científico creyente, puede ser una razón más para bendecir al Señor.
Dawkins y otros científicos consideran que no hay conocimiento válido fuera de la ciencia. Pero esto no es una tesis científica, sino filosófica. Siguiendo la idea de Dawkins podríamos decir que esta tesis que identifica lo real con lo delimitable con métodos empíricos o científicos (conocida desde hace mucho tiempo con el nombre de cientifismo) es también un virus de la mente, porque limita lo real y considera que las cuestiones relacionadas con el sentido no son legítimas. Estamos ante una especie de pseudo-religión. Aquí no vale el argumento de las violencias cometidas en nombre de la religión, que ciertamente son muchas. Pero bastantes episodios violentos se deben no propiamente a la religión, sino a la unión (mala) de la religión con el poder secular. ¿Dónde termina la religión y empieza la política en amplias regiones del Medio Oriente? Más aún, los episodios violentos cometidos por ideologías no creyentes han sido tan graves o más que los cometidos por ideologías religiosas. Valga lo uno por lo otro y, sobre todo, valga para no utilizar argumentos falaces.