Oct
"Todos a la manifestación" o no
10 comentariosDesde el mes de agosto algunos medios animan a sus oyentes y lectores a acudir a una manifestación en Madrid el próximo día 17 de octubre. Este pasado domingo, en la entrada de algunas parroquias, había mesa petitoria de firmas y folletos sobre la susodicha manifestación. Pero lo más interesante es que, en los últimos días, se han paseado por Valencia coches con altavoces que lanzan al aire: “Zapatero dimisión. El 17 de octubre todos a la manifestación de Madrid”. Ya empezamos a aclararnos sobre el objetivo de la manifestación: Zapatero dimisión. Petición muy legítima. Tan legítima como cualquier otra opción u opinión política. Entiéndase: cualquiera que no atente contra la dignidad de las personas y no pretenda instaurar un régimen dictatorial.
¿El Gobierno de Zapatero atenta contra la dignidad de las personas? Depende del punto de vista en el que nos situemos. No creo que lo haga mucho más, ni mucho menos, que otros gobiernos democráticos, incluidos los del anterior Presidente. Porque ni en política, ni en muchos otros aspectos de la vida, hay opciones puras. Y, sobre todo, no hay opciones que puedan identificarse totalmente con el Evangelio. De ahí que sea comprensible que algunos cristianos, cuando votan, lo hagan siguiendo el principio del “mal menor”. El mal menor, porque el no votar sería peor. La política es posibilista.
La manifestación está convocada por grupos católicos. Con toda legitimidad. Pero no hay que pensar que quienes no asistan son menos católicos que los que asistirán. Quizás algunos de los no asistentes teman que se confunda la necesaria defensa de la vida con la manifiesta intención de desgastar al Gobierno. Otros pueden pensar que más que condenas o actitudes “en contra”, sería mejor proporcionar recursos a la adolescente embarazada para afrontar su situación. Otros quizás entiendan que es preferible no juntarse con políticos que asistirán y no son garantía de autoridad moral en terrenos en los que un cristiano debería ser muy sensible, como la buena procedencia del dinero, por poner un ejemplo. Cualquier postura tiene sus pros y sus contras. Pero lo que no puede aceptarse de ninguna manera es pretender identificar la propia postura con “lo católico”. Eso sin olvidar que el crimen del aborto es la gota que colma el vaso de una sociedad que no puede o no sabe inculcar una educación, unos valores.