Feb
Tiempo fuerte de la comunidad cristiana
1 comentariosLa Cuaresma acaba de empezar. Pero la cuaresma, como toda la liturgia, sólo tiene sentido en función de la Pascua. Por eso, lo que hemos empezado, en realidad, es el gran tiempo pascual de la Iglesia. Cuarenta días de preparación para la fiesta de Pascua y, después, cincuenta días de celebración de la Resurrección del Señor y de la presencia salvadora de su Espíritu. Estamos en el tiempo fuerte de la comunidad cristiana.
La cuaresma del año 2015 tenemos que vivirla como nueva. Porque a fuerza de repetir cada año la cuaresma corremos el riesgo de que nos parezca algo banal, rutinario, algo ya conocido. Por otra parte, el ambiente social en el que nos movemos no favorece una buena vivencia de la Cuaresma. El mundo no tiene ganas de cuaresmas, sino de carnavales. La cuaresma nos invita a superar la superficialidad; el carnaval nos invita a vivir la frivolidad. La cuaresma nos llama a la autenticidad, el carnaval a la mediocridad. Una vez más, el cristiano tiene que hacerse violencia para vivir la fe.
La cuaresma nos invita a tomar conciencia de lo que significa vivir como cristianos en el mundo de hoy. El centro de nuestra vida es Jesucristo, su persona, su mensaje, el misterio de su muerte y de su resurrección. Vivimos momentos críticos: hay mucha gente sin trabajo; las vallas de Melilla y las pateras son una desgracia para los que nada tienen; los cristianos son perseguidos en Siria, Irak, Nigeria y otros lugares, donde la violencia y el terror campan a sus anchas. Nuestro momento histórico plantea muchas preguntas y produce sufrimiento. Los cristianos creemos que este mundo encuentra la luz verdadera en la vida y el mensaje de Jesús, en el misterio de su Pascua.
Mirando a Jesucristo descubrimos quienes somos nosotros. Jesucristo nos interpela y nos pregunta qué queremos hacer con nuestra vida, cómo queremos vivir: ¿pensando en nosotros mismos o siendo generosos y abriéndonos al sufrimiento de los demás?, ¿pensando en el placer inmediato o buscando un sentido para la vida? Decía en el post anterior que la palabra clave de la cuaresma es conversión. Se trata de volvernos hacia Dios, de moderar nuestra autosuficiencia, de compartir con los que no tienen. En suma, de mostrar en nuestra vida la inmensa bondad de Dios.