Dic
Soledad poblada de aullidos
8 comentariosUna imagen bíblica podría servir para describir la situación en la que muchos se van a encontrar en estos días venideros, con tanta fiesta y tan poca piedad: la “soledad poblada de aullidos” (Dt 32,10). En cierto modo, la soledad es consustancial a la condición humana. El fondo último de cada persona es único e irrepetible y escapa a toda comprensión exhaustiva. Somos, como decía Unamuno, “especies únicas”. Nacemos solos y morimos solos. Hay lugares donde nadie puede acompañarnos. Pero cuando hablo de personas que vivirán la soledad en estos próximos días me refiero a otra cosa: algunos estarán solos porque los han abandonado (en geriátricos, residencias, hospitales). En otros su soledad será consecuencia del vacío existencial, de sus dificultades para convivir o entablar relaciones más allá de la superficialidad, de su egoísmo o su proclividad al ensimismamiento.
Un modo de sentirse acompañado estando sólo es huir del silencio, buscando la estridencia, el ruido y el furor. Mucha gente tiene la televisión puesta sin prestarle atención. Esa televisión que se ha convertido en un concurso de gritos, de voces sin contenidos. O se pasa el día con los auriculares puestos. Cualquier cosa antes que estar en silencio. Al ser humano le cuesta estar consigo mismo. No sabe dialogar con su interior. Le teme a la soledad. Le da miedo enfrentarse a preguntas como estas: ¿quién soy?, ¿a dónde voy?, ¿qué estoy haciendo con mi vida?, ¿qué es realmente lo que quiero? En estas condiciones es difícil, cuando no imposible, escuchar otra cosa que el vacío del propio yo. Es difícil encontrar un verdadero otro que no sea virtual, otro realmente distinto, que me interpele y me saque de mi mismo. En una soledad poblada de aullidos es difícil hacer espacio para el otro o escuchar la voz de Dios, caso de que se dé. Esta soledad se llena con sucedáneos del amor, con las soluciones y los regalos de todas las fiestas: sexo (incluso sexo virtual), alcohol, drogas, Chat o teléfono móvil. El vacío reaparece cuando se apagan los aparatos electrónicos.