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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

29
Abr
2012

Si Santo Domingo levantara la cabeza

11 comentarios

Con la exclamación: “Si Santo Domingo levantara la cabeza no nos reconocería”, se busca descalificar determinadas formas actuales. Donde digo Santo Domingo póngase el nombre que se considere oportuno en función de la descalificación que se desee hacer. Si se me permite una nota de humor, este tipo de expresiones, que suelen venir de ámbitos más o menos tradicionales o conservadores, me recuerdan lo que el ingenio romano ha hecho con las letras de la matrícula de los coches del Estado Vaticano: SCV (Stato Città del Vaticano), al leer en ellas: Se Cristo Vedesse (Si Cristo lo Viera). Una y otra expresión (la que busca criticar el presente y la que hace broma con las letras de los coches) adolecen de la misma falta de visión: el carisma evoluciona con los tiempos y la Iglesia está guiada por el Espíritu Santo para responder a los nuevos desafíos.

Naturalmente, si alguien como santo Domingo (con sus condicionantes culturales) apareciera hoy, tendría que hacer un esfuerzo muy grande para reconocer en el presente de la Orden, la necesaria actualización de su proyecto. Se encontraría totalmente desubicado. La inversa también es verdad: si un dominico de hoy, con sus experiencias y estudios, pudiera, por un imposible, viajar hacia el pasado, hasta el siglo XII, tampoco se reconocería en la figura de Domingo y sus frailes. Cada cosa tiene su momento y en su momento debe juzgarse. Los creyentes también tenemos nuestro tiempo. Como lo tuvo Jesús. Aunque ya el cuarto evangelio, el de la “alta cristología”, parece adivinar que el futuro de Cristo iba a ser muy distinto de su presente histórico. Por eso sitúa al Espíritu Santo como el que “interpretará” lo que vaya viniendo. De ahí la necesidad de distinguir entre arqueología y fidelidad a la tradición. La tradición es dinámica. Y la fidelidad se mantiene en la renovación. O dicho de otro modo: la auténtica fidelidad es creativa. Las repeticiones son la mayor de las infidelidades.

Expresiones como esta de “si santo Domingo levantara la cabeza”, son un juego de palabras que, examinadas de cerca, no dicen nada. Porque lo cierto es que, si santo Domingo tuviera que hacer hoy lo que hizo en su tiempo, haría otra cosa. ¿Parecida a la que es hoy su Orden? Seguramente. En todo caso, los responsables de hacer hoy lo que santo Domingo haría no son los frailes del pasado, no es ni siquiera Santo Domingo, sino las dominicas y dominicos de hoy.

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levadura madre para buen pan
30 de abril de 2012 a las 09:07

Estatuas de sal con tortícolis anclada en lo que fué y ya no será. No es el mensaje evangélico de seguimiento de Jesús de Nazaret. Ríos de agua viva que saltan del interior a la vida eterna. Agua viva siempre nueva. CRisto lo hace todo nuevo.

Los artesanos panaderos saben que hay que renovar la levadura para hacer buen pan. A ser posible levadura de masa madre para que todos los nutrientes alimenten en profundidad. Sin conservantes -el pan de cada día no los necesita-, como la vida religiosa auténtica. Ni colorantes : sobre todo amarillo sepia, el color del pasado, del pan rancio. Y el pan rancio, como el pensamiento rancio perjudica y no alimenta.

Gracias Martín, levadura de masa madre, que levanta hasta la masa más rancia

Que disfruten del buen Pan de este día, de un vaso de Agua Fresca y Nueva que alivie su sed. Sed de Amor y Absoluto.

Oscar
30 de abril de 2012 a las 20:27

Del mismo modo que Jesucristo se hace hoy presente en la vida de los cristianos, tambien Sto. Domingo se hace presente allí donde hay una dominica o un dominico. Gracias profesor por este post tan lúcido.

JM Valderas
30 de abril de 2012 a las 23:53

Como la del ciprés de Delibes, la sombra de Domingo es alargada. Tan alargada que se prolonga coetánea con la humanidad de todos los tiempos: la prsentación, firme y dulce, de la fe. Todo lo que a ello coadyuve será dominicano, cuanto de ella se aleje se distanciará de Domingo. Mandó éste a sus frailes a las universidades. Muy pocas en su tiempo: París, Bolonia, Oxford. La falsa moneda de la predicación vacua no la consideraba suya. Hoy, una predicación vacua resulta además contraproducente. A falta de codos, verborrea. La sacratissima silentii lex no es para soñar en las batuecas, sino para dedicarse de hoz y coz al estudio. Si mirar hacia atrás carece de sentido, salvo para tomar impulso, la tensión permanente de los retos constantes, del afán de cada día del Evangelio, demanda a quienes tienen a Domingo por guía, sean o no frailes, una exigencia de dureza personal y rigor intelectual sin descanso. Nada más actual que el enclave dominicano en Oxford, frente a los mártires protestantes, adscrito a la Universidad. Vale la pena revisar sus actividades. ¿Quiénes de nuestra España serían capaces, por ejemplo, de organizar un congreso sobre Santo Tomás y una de cuyas ponencias fuera el concepto matemático de cantidad en el de Aquino? Sólo un ignaro diría que es arqueología. Es por donde camina la historia de la ciencia. Y eso es sólo un ejemplo. Domingo habrá hoy levantado la cabeza y abierto los brazos para acoger a su hijo Justo Formentín, un investigador del CSIC, incansable, sencillo y hombre de Dios. Los tiempos negros pasarán. Recordemos a Lacordaire en la Quercia, preprando la restauración francesa. O, curiosamente menos conocido, el olotense Esteve Sacrest (San Esteban es la Iglesia principal de esa ciudad gerundense) restaurador de una exclaustrada Provincia de Aragon. Dios proveerá

Ciro
1 de mayo de 2012 a las 00:26

¿Guiada por quién?

en el pais de nunca jamás
1 de mayo de 2012 a las 15:19

...Érase una vez en el pais de nunca jamás un avatar que ofrecía respuestas sobre preguntas que nadie se hacía. Se miraba al espejo se creía el más sabio del lugar. No comprendía que nadie le hiciera caso. Un ratoncito insignificante pasaba por allí. El avatar cansado de que nadie le escuchara se dirige al ratoncito y le pregunta porque nadie le hacía caso. Las respuestas a preguntas pasadas, que nadie se hace no interesan a nadie, le contestó. Y colorín colorado...cualquier parecido con la realidad, tiene cierta semajanza.

La vida religiosa que no se actualice corre el peligro de quedarse en el pais de nunca jamás.

Mercedes
1 de mayo de 2012 a las 20:33

Este comentario tendrían que leerlo ciertos sectores de la Iglesia ... anclados en el pasado y que confunden verborrea con predicación de calidad . No voy a citar a nadie, pero he estado presente en ciertas reuniones de grupos católicos , cuyas homilías duraban casi dos horas ¡¡¡¡. También es cierto ,que conozco a algunas personas que son muy felices perteneciendo a los mismos .No todos tenemos las mismas inquietudes ,ni la misma inteligencia , de sobra es sabido ,que hay hermanos a los que les aterroriza cuestionarse ciertas cosas y no por ello dejan de intentar ser buenos cristianos ... dentro de sus limitaciones .
Gracias por este y por todos sus comentarios .

Calimandroco
1 de mayo de 2012 a las 21:38

Si santo Domingo levantase la cabeza nos diría...¿Quereis lo que Dios os da? o ¿O quereis lo que os apetece?. Es que no es lo mismo decir vichyssoise, que decir crema de puerros fría. La vichyssoise siempre tiene más uf!!

Bernardo
1 de mayo de 2012 a las 21:39

Efectivamente, Martín, pero el problema está en esos que siguen pegados a un pasado que no pueden vivir y quieren imponerlo al resto. Véase la pseudocondena a Queiruga, se trata de una imposibilidad de comprender otra manera de entender la común fe y eso nos ha pasado y nos pasará. Cosas veredes, amigo Sancho...

Pep Cifre
10 de agosto de 2022 a las 14:55

He echado en falta algo de autocrítica. Seguro que decir que los dominicos, como cualquier otra institución religiosa, han traicionado el espíritu fundacional sería injusto. Pero creo que también es injusto decir que los dominicos únicamente han adaptado sus formas a los tiempos actuales. Habría que hacer una revisión desde todos los ámbitos de la Iglesia y ver si realmente nos hemos adaptado a los tiempos para poder servir mejor a la Palabra o si nos hemos dejado llevar por los tiempos y hemos terminado traicionando o rebajando la Palabra

Juanjo
10 de agosto de 2022 a las 16:48

Ciertamente. Ha de ser una acción coral, no solo de los frailes. Sino de todos cuantos integran la amplitud y pluralidad de la Orden de Predicadores. Frailes, monjas, confrefaciones de hermanas, y fraternidades seglares y sacerdotes.

Valero
11 de agosto de 2022 a las 08:24

Como dice el Eclesiástico, afirmar que el tiempo pasado fue mejor no es de sabios. El tiempo de Dios es ese "hoy" dinámico y creativo como dice Martín. Por otra parte ningún personaje histórico por admirado que sea, resistiría un análisis y un juicio desde los parámetros de hoy. Únicamente Jesucristo resistiría ese análisis, porque él es el mismo ayer, hoy y siempre.

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