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Sed de paz
3 comentarios“Sed de paz. Religión y culturas en dialogo”. Este es el lema del Encuentro Interreligioso que está teniendo lugar en Asís. Coincidiendo con este encuentro el Papa ha convocado para el martes, día 20, una Jornada de Oración por la Paz. La paz siempre ha sido el anhelo constante de la humanidad, aunque desgraciadamente nunca se ha logrado cumplir del todo. Las guerras, divisiones, rencillas, a todos los niveles, son tan antiguas como la historia y conviven con los deseos, llamadas y esfuerzos por la paz.
La paz empieza por uno mismo. Si uno no está pacificado no puede ser persona de paz; desgraciadamente el corazón humano nunca se encuentra a gusto consigo mismo. La paz exige aceptar y respetar al otro en su alteridad (en todos los ámbitos: familia, pareja, extranjero, diferente). La paz exige un permanente esfuerzo para superar los conflictos económicos y políticos que se dan entre los pueblos, las naciones y los grupos, para que el mundo sea un espacio de auténtica fraternidad y el género humano no se destruya a sí mismo. La paz hoy requiere cuidar la naturaleza: este mundo es nuestro hogar, y no podemos esquilmarlo, so pena de arriesgarnos a quedarnos sin casa. Finalmente, para los creyentes de todas las religiones, la paz se construye a partir de la relación con Dios, un Dios que une a todos los seres humanos, como un padre quiere a sus hijos unidos, y que rechaza toda violencia.
Nada más oportuno que esta llamada del Papa a orar por la paz. Orar para que el Espíritu de Dios sane nuestras heridas y podamos pasar de ser individuos aislados a personas solidarias. Nada más necesario que el diálogo entre las culturas y religiones para que esta paz sea una realidad efectiva. Palabras en vez de armas. Búsqueda de lo que nos une, de lo que podemos hacer juntos, en vez de recordar lo que nos separa. Palabras de perdón, que para ser sinceras requieren reconocimiento de la verdad. En Siria, en Colombia, en tantos lugares. También en España. No podemos seguir con el triste espectáculo de unos políticos incapaces de entenderse y de buscar el bien superior que a todos nos une, que no es otro que el bienestar de los ciudadanos. La corrupción nos ha hecho mucho daño; el desentendimiento es otra forma de corrupción, porque corrupto es lo que rompe. Corromper es romper juntos.
Sed de paz. Hay sed porque todavía no hemos bebido. Pero la sed nos pone en camino hacia el agua. Sed de paz, sí. Pero sobre todo, agua vivificadora que nos renueva y nos une como hermanos.