Sep
Roma, un balance positivo
6 comentariosEl martes por la noche estaré de nuevo en Valencia. Con el curso a punto de empezar en la Facultad. Con la necesidad de “arreglar” programas y apuntes en función del nuevo curso. A mí me parece un gesto de respeto a los alumnos el presentar el primer día de clase el programa de la asignatura, materiales de estudio y trabajo, y una buena bibliografía, de modo que desde el principio todo quede claro y no haya sorpresas a lo largo del semestre. Pero no quería hablarles de mis clases, sino hacerles llegar mi balance, fundamentalmente positivo, de esos días pasados en Roma. El Capítulo casi ha terminado. Y ha terminado bien. Tenemos un buen Maestro, van a salir unas buenas actas.
Estos días pasados en Roma han ocurrido una serie de acontecimientos eclesiales importantes, como la visita del Papa al Reino Unido. No he podido hacerme eco de sus discursos en el blog, porque no he tenido tiempo material de leerlos. Me he dado cuenta de que los medios de comunicación social se interesan por lo más llamativo, que si lo curas pederastas, que si el posible atentado contra el Papa, que si la manifestación en contra de la visita de 15.000 personas (o las que fueran). A veces yo comento estas cosas, pero prefiero fijarme más en la buena doctrina que imparte Benedicto XVI. No porque lo otro no sea importante, sino porque de lo otro hablan muchos y de la doctrina, pocos. De todos modos, como los discursos papales están al alcance de todos, no hemos perdido nada con la ausencia de mis comentarios o subrayados.
Una cosa sobre el Capítulo, que no he puesto en las crónicas (la última saldrá dentro de unas horas). Me he dado cuenta de la gran libertad de palabra que hay en la Orden. Cierto, en nuestra Orden hay tendencias y sensibilidades distintas. Pero, en general, siempre es posible entenderse. No he visto radicalismos, no he visto a nadie aferrarse a sus posiciones. He visto muchas ganas de razonar, de explicarse, de convencer. No de vencer. Las posiciones más “extremas” que hay entre los dominicos tienen todas un punto de moderación, que hace que podamos sentirnos en comunión, precisamente porque estas posiciones se defienden con datos y razones. Una última cosa: en un Capítulo, tan importante como lo que se aprueba, es lo que no se aprueba, lo que la Asamblea no acepta, lo que no sale en los papeles. El non placet, a veces, es tan significativo como el placet.