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Religión y ciencia
6 comentariosLa religión y la ciencia no han tenido en el pasado buenas relaciones. Hoy se están haciendo esfuerzos de acercamiento por una y otra parte. La interacción entre ciencia y teología tiene enormes repercusiones a la hora de juzgar qué creencias religiosas son creíbles en la actualidad. Hoy, superados viejos dogmatismos y cientifismos, podríamos encontrarnos unos y otros si somos capaces de reconocer que todo nuestro saber es una docta ignorancia. Si los científicos prestan atención a la buena teología, pueden encontrar sentido y caminos más humanos. Y si los teólogos saben escuchar a la ciencia, encontrarán la oportunidad de elaborar una teología más creíble, más segura de sí misma.
A mi entender son tres los ámbitos en los que interesa a la teología escuchar a la ciencia, que han sido históricamente causa de conflicto y todavía pueden ser causa de malentendido. Se trata de las grandes cuestiones que siempre se ha planteado el ser humano. En primer lugar el origen del universo y la aparición de la vida humana sobre la tierra. En segundo, los retos de la bioética y la búsqueda de condiciones para que la vida humana se desarrolle de forma beneficiosa, agradable y feliz. Y finalmente, el sentido de la vida humana y la finalidad general de todo lo que conocemos como cosmos.
A la ciencia no hay que temerle. Quizás sí a los hombres que desde la política o la economía pretenden manejarla. Pero no a la ciencia. Ella debe ser respetada, honrada, aprovechada, escuchada. Porque el buen teólogo tiene muy claro que, si Dios existe, la búsqueda honrada de la verdad, solo puede conducir a él.