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Pecados contra la fe
5 comentariosExplicaba la teología del acto de fe. Cité el número 2088 del Catecismo de la Iglesia Católica que trata de los pecados contra la fe. Uno de mis alumnos, que no pertenece a la Iglesia católica, pero respetuoso con ella, hizo una reflexión que me pareció acertada. Preguntó si no habría que ampliar la lista del Catecismo con otros dos pecados contra la fe más importantes de los que allí se citaban, a saber: el miedo y el fariseísmo.
Jesús une la poca fe al miedo (Mt 8,26) y recrimina a los fariseos su falta de coherencia entre la vida que llevan y la fe que dicen profesar. De ahí la pertinencia de la pregunta: ¿no hay en las Iglesias muchos miedos, algunos disfrazados de prudencia?; ¿no hay, a causa del miedo, mucho fingimiento, muchos silencios que ocultan lo que de verdad se piensa?; ¿no hay también mucho gusto por la apariencia, por la ostentación, por el poder? ¿No hay quien, por temor a ser señalado o a perder posibilidades de promoción, o por evitar enfrentamientos, no se atreve a llevar la contraria a colegas o superiores, llevar la contraria en asuntos discutibles, claro, en asuntos de tipo disciplinar u organizativo o en temas prácticos sobre el modo de relacionarse con el Estado, sobre el modo de gestionar los dineros, sobre el modo de criticar determinados comportamientos sociales, sobre tantas cosas?
Cristianos serios, comprometidos con su fe, que dedican tiempo y trabajo a actividades apostólicas, me han confesado que, en ocasiones, se han sentido solos frente a algunas críticas recibidas, y han lamentado que los apoyos que otros cristianos cualificados y situados les han manifestado se hayan quedado en el ámbito de lo privado, de lo personal, sin pasar en ningún momento a lo público. También en la Iglesia hay miedos y, a veces, los intereses humanos (muy legítimos, sin duda) pasan por delante de otros valores más importantes, como son, por ejemplo, manifestar lo que uno piensa o tomar partido por el legítimo derecho a la libertad de expresión y de discrepancia en aquello que es discutible.