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Paliza por motivos religiosos
3 comentarios¿Paliza con aborto por un triste y maldito motivo religioso?. Eso parece, pero no está claro. En un pueblo de Ciudad Real, una mujer musulmana acompañaba a su hijo al colegio. Pero no llevaba el velo puesto. Una pareja (varón y mujer) de musulmanes, que también iban con su hijo al colegio, al verla sin velo, le dieron una paliza y, como consecuencia, la mujer perdió un bebé que esperaba. Eso dice la Guardia Civil. La víctima tiene miedo y prefiere callar. Hay quien dice que, en el origen de todo, no está el asunto del velo, sino una discusión entre las dos mujeres. Importa que se aclaren los hechos para que si, en nombre de Alá, se ha cometido un delito, se aplique con todo rigor la justicia de los hombres de bien.
En nombre de todos los dioses se han cometido las mayores aberraciones. Pero es indignante que hoy ocurran salvajadas apelando a creencias religiosas. Y que siempre sean las mujeres las víctimas de esta religiosidad blasfema. Por suerte para nosotros, Dios no es como los hombres. A veces pienso y me gustaría que las personas religiosas pensasen: ¿y si Dios me tratase a mi como yo trato a los demás en su nombre? En ocasiones sería para echarse a temblar. Conozco el caso de un sacerdote, buena persona, que en el confesionario trataba a los penitentes con cierto rigor. Al final de sus días entró en una terrible depresión, pues pensaba lo mal que lo iba a pasar si, cuando se presentase en su presencia, Dios le trataba como había tratado él a sus penitentes. ¡Al menos este hombre era coherente, tenía conciencia y temor de Dios!
Hay un principio previo a toda religión, aunque también sea un principio muy religioso: no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti. Es un principio exigente, porque si a ti te hacen lo que no quieres que te hagan, precisamente porque no quieres que te lo hagan, tú no debes hacerlo a los demás. En el caso que ha motivado mi reflexión, la familia de la víctima dice que está dispuesta a perdonar. Si se trata de perdón, esperemos que sea sincero y no producto del miedo.