May
Obispos con mujer e hijos
6 comentariosEn la Oficina de Prensa de la Santa Sede se encuentran noticias interesantes que pasan desapercibidas. Por ejemplo: los pasados días 16 y 26 de mayo, aparecen dos comunicados casi iguales: El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de las diócesis de Bossangoa y de la archidiócesis de Bangui (ambas en la República Centroafricana), de sus respectivos obispo y arzobispo, de conformidad con el canon 401, párrafo 2, del Código de Derecho Canónico. ¿Qué dice el canon?: “Se ruega encarecidamente al Obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo”. Es fácil deducir que la renuncia de los obispos ha sido forzada. Se trata, en realidad, de una destitución. ¿Y cuál es la causa grave, puesto que no estaban enfermos? El Vaticano no lo dice. Pero la causa está en que ambos tienen mujer e hijos. Ese es el dato fundamental.
¿Se van dando pasos para resolver situaciones irregulares? ¿O más bien nos encontramos ante una situación imparable, cuyo problema de fondo es el celibato que, en algunas culturas africanas es difícilmente comprensible? Si se quiere ser coherente hasta el final es posible que haya que organizar determinadas diócesis con muy poco clero, la mayoría extranjero, lo que tampoco evitará que se sigan dando casos, aunque quizás llevados con mayor secretismo o prudencia. Y luego está la situación de las mujeres y de los hijos vinculados a celibatarios que no lo son. Si, además, con el tiempo se cambia de pareja, como también ocurre, ¿en qué situación quedan las primeras esposas? ¿La fidelidad es un hecho cultural? De hecho, en determinadas culturas se deja la puerta abierta a la poligamia. Un paso atrás en los derechos de mujeres y niños, sobre todo en sociedades en los que cuentan bien poco. Una última cosa: la carrera eclesiástica, en culturas como la africana (y en otros sitios más cercanos a nuestra cultura hispana) lleva implícita una ascensión social, con el consiguiente ejercicio de poder. No es fácil renunciar al poder.
Ante la emergencia de los problemas hay que buscar soluciones, aunque solo sea para contener el escándalo. Para encontrar soluciones hay que abrir la puerta a los debates.