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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

8
Oct
2011

Mujeres africanas y árabes

7 comentarios

La concesión del premio Nobel de la paz a tres mujeres africanas y árabes añade un interés suplementario a la noticia. Desgraciadamente. Pues eso significa que lo noticiable no es tanto la paz, cuanto el sexo, la raza o la etnia. Puedo decir, desde la humildad y el temor a haberme equivocado muchas veces, que a mi eso de la discriminación de la mujer me ha sonado muy mal desde pequeño, seguramente porque he vivido en mi familia la maravilla de mujeres trabajadoras y emancipadas, capaces de tomar decisiones y de sacar adelante a los suyos. Siempre he conocido a mi madre y a todas sus hermanas (hijas de unos labradores) trabajando no como amas de casa, sino en sus respectivas profesiones, en un plano de igualdad con ellos, ganando tanto o más que ellos, en trabajos tanto o más dignos que los de los varones de la casa. Por eso, a mí, cuando me hablan de emancipación de la mujer, la cosa me parece una obviedad. Porque desdichadamente todavía no lo es, se necesitan cuotas y asociaciones propias (de teólogas por ejemplo); si las cosas fueran normales lo de las cuotas y las asociaciones sería incomprensible, porque a unas y otros nos valorarían por lo que hacemos, decimos, pensamos y somos, sin necesidad de atender al sexo.

Todo esto viene a propósito de la concesión del Nobel de la paz a tres mujeres africanas y árabes. Hace tiempo escuché a un mujer africana lo siguiente: “hay algo peor que ser pobre; es ser una mujer pobre; y hay algo peor que ser una mujer pobre, es ser una mujer pobre y negra”. Y escuché a un varón latinoamericano: “la mujer latinoamericana, cuanto más le pegas, más te quiere”. Supongo que en muchos sitios no estamos ahí. O mejor, no estamos del todo ahí. Porque, por no ir más lejos y quedarnos en la Iglesia, todavía en muchos monasterios femeninos los varones siguen pretendiendo controlar, por ejemplo las cuentas o las elecciones. O sigue siendo difícil apuntarse a buenos cursos de formación teológica. Y eso que yo creo que la vida religiosa femenina ha sido el espacio eclesial en dónde las mujeres ha podido organizarse por sí mismas. Vuelvo a las mujeres Nobel. El eterno femenino es irreal. Sólo existen las mujeres concretas, con sus problemas y necesidades. Esas Nobel han trabajado por la paz, la democracia, la promoción y la igualdad de la mujer. Premiarlas a ellas también dignifica a los varones y al conjunto de la humanidad. Gracias, pero ¡qué pena que haya todavía que trabajar por eso!

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jota
9 de octubre de 2011 a las 13:21

Quizá venga bien recordar aquí la frase; "Dios es negra"

Isabel
9 de octubre de 2011 a las 13:42

A mi,personalmente el que,mujeres negras sean reconocidas por sus valores,no me llama la atención,es decir,lo considero normal y es posible que,incluso me alegre por ello.Pero,este post del día 8 me lleva a considerar,¡cuántas personas,incluso sacerdotes han considerado y consideran inútiles a las y los jóvenes que entran en Monasterios de vida claustral¡,que dan su juventud y toda su vida por una causa reconocida de siempre por la Iglesia católica y protestante:Vida de oración y silencio,vida de fe y profundidad, para hablar a Dios de sus hermanos los hombres.¡Cuántas veces se han oido comentarios de que:son vidas perdidas,inútiles,egosistas.¡Ellas mismas,al verse despreciadas se habrán tenido que enfrentar con la dureza de la Fe y,seguir hasta el final con la vocación que las ha mantenido firmes a pesar de la incomprensión.

50% de la humanidad
9 de octubre de 2011 a las 14:21

¡ Buen trabajo el de las féminas de su familia, fray Martín!. Porque a diferencia de muchos sesentones de su generación, machistas por educación y convicción, en usted se aprecia al varón con eso tan actual de tener asumida su parte femenina: intuición, sensibilidad, ternura- cuando es menester-. Un signo,el nobel a la labor femenina en paises pobres, quizá para salvar la mala conciencia del primer mundo. Porque en este primer mundo, un juez de nombre Juan del Olmo,considera que un marido llame zorra a su mujer, no es delito. Y por si algún "sentencias" sale con la frase, no se trata de la famosa " dábale arroz a la zorra el abad".

Las teólogas africanas están realizando una labor encomiable por la promoción integral de la mujer.Profesor Gelabert: toda una generación de teólogas se ha formado con usted. Mil gracias por su enseñanza teológica, en tiempos en que la mujer accedió a estudios universitarios teológicos. Pionero también en eso. Avanzaremos a pesar de las dificultades . Teólogos y teólogas trabajando conjuntamente

Lola
9 de octubre de 2011 a las 19:09

No entiendo nada.
pienso que nos discriminamos nosotros mismos.
No hay que demostrar nada: sino solo trabajar incansablemente y con alegria.
Muchas veces esas quejas o las leyes de paridad me parecen discriminatorias e injustas.
cada uno demuestra lo que es independientemete de su sexo.
Jamas he entendido esto, ni lo entendere.
Como las mujeres de su familia.
Me siento mas discriminada por las feministas que por nadie.
Ya que si bien hubo un tiempo que debiamos luchar, hoy es inutil.
Ya no hay gerra de sexo.
No quiero que me valoren por ser mujer, sino por mi trabajo bien hecho.
Somos todos hijos de Dios que debemos trabajar, sin esperar reconocimiento por partre de nadie. Lo demas es soberbia y egoismo.

mientras llega ese momento...
9 de octubre de 2011 a las 21:40

En RD dos de las noticias relevantes son la presentación de dos obras de teología realizadas por teólogas. Es noticia no por la presentación d elos libros en sí, sino por ser obras realizadas por teólogas. Entre ellas dos religiosas,y el resto laicas. A las religiosas las apoya su orden. Las laicas han de trabajar en otra cosa. No se vive de la teología. Y como reseña en su artículo Vidal, los grupos estufas- endogamia grupal- solo apoyan a los suyos, edición, publicidad.

Las cosas serán diferentes. Pero hoy por hoy tristemente, la publicación de dos obras por teólogas en la Iglesia Católica sigue siendo una excepción. Una rara avis. Como las mujeres que estudian la carrera universitaria de Teología. Con horarios de mañana a los que pueden acceder seminaristas o laicos-as de economia desahogada,sin hijos, solteros o jubilados.

¡ Ojala el tema de la mujer en la Iglesia deje de ser noticia ! En el resto de la sociedad, casi se está consiguiendo.

lola
10 de octubre de 2011 a las 12:45

Estoy alucinada y asombrada.
Yo pensaba, que trabajabamos en la viña del Padre, con el y para el. Y el bien de nuestros hermanos.
Sin querer aparentar ni presumir, ni ser mas que nadie: si soy teologo, si escribo libros. etc..
No se. Yo pensaba que aqui lo que imperaba era:
El que quiera ser el primero que sea el ultimo y el servidor de todos.
Pero por lo visto, me equivoque de lugar,

Mercedes
10 de octubre de 2011 a las 16:05

Estoy totalmente de acuerdo con Lola , en sus dos aportaciones ¡¡¡¡¡.Soy mayor ,universitaria por partida doble , trabajadora desde los 18 años , ama de casa, madre , etc etc y nunca me he sentido discriminada , ni espero reconocimiento . Agradezco a Dios los dones que me ha dado e intento en todas las ocasiones ponerlos al servicio de los demás .

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