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Mezquitas sin alminares
7 comentariosEn Suiza se celebran con frecuencia consultas populares sobre iniciativas ciudadanas. La última ha sido sobre la prohibición de construir alminares en las mezquitas. La prohibición ha contado con la mayoría del voto popular. El gobierno suizo mostró su decepción por el resultado. “Es una señal de alarma, un sentimiento de repliegue, de autodefensa de los ciudadanos”, declaró la Ministra de asuntos exteriores. A mi entender es un signo de rechazo de lo desconocido o, peor, de lo mal conocido. Un signo de miedo al diferente. Signo que hasta puede interpretarse como rechazo al Islam, sino como religión, al menos como cultura que supuestamente fomentaría la intransigencia y sometería a la mujer. En todo caso, un mal síntoma, un mal precedente, un obstáculo para la buena comprensión del Islam, una dificultad más para mantener relaciones cordiales entre pueblos, personas, religiones y culturas.
Se podía haber ido más lejos, votando contra la construcción de mezquitas. Puestos a buscar argumentos hubiera bastado recordar que en algunos países islámicos están prohibidos los lugares de culto cristianos, o que la considerada propaganda cristiana está penalizada fuertemente; más aún, que las conversiones de musulmanes al cristianismo pueden pagarse con la pena de muerte. Pero este tipo de consideraciones nos coloca al nivel de lo que consideramos malas consideraciones, nos pone a la altura (o a la bajura) de lo que rechazamos. Aparte de que siempre se puede aducir que hay países árabes en los que la convivencia entre el Islam y el cristianismo es sino modélica, al menos, aceptable.
En Suiza prohibir los alminares es una provocación que ni cambia ni arregla nada. Pensemos en España: ¿qué pasaría si, basándose en el artículo 87 de la Constitución, se presentasen iniciativas populares con leyes alternativas a las que patrocina el Gobierno? Es difícil predecir el resultado, pero se clarificaría lo que piensa la mayoría del pueblo español. Siempre sería posible manifestar el desacuerdo con lo votado, del mismo modo que es posible considerar que lo votado por los ciudadanos suizos no favorece la buena convivencia.