17
Dic
2006Dic
Mala educación
5 comentariosAyer me enteré de que en un Instituto de un pueblo de la provincia de Málaga, la directora del Centro tiró a la basura un belén que los alumnos de primero de ESO habían realizado, comprando las figuras con su propio dinero, como una actividad de la clase de religión. Creo que nos encontramos sencillamente ante un ejemplo de prepotencia y mala educación. Y si la directora actúa con mala educación, mal podrá educar a sus alumnos. ¿Se hubiera atrevido esta buena señora a hacer lo mismo con algún montaje propuesto por otro profesor, pongamos por caso, el profesor de historia, proponiendo una exposición de periódicos de unos determinados años del pasado siglo, para comparar las diferencias en el tratamiento de una misma noticia, con el pretexto de que algunas noticias podían herir la sensibilidad política de los alumnos?
Ante ataques gratuitos me parece que los creyentes no debemos alarmarnos. Y mucho menos responder con la misma moneda. Porque un cristiano actúa con los demás como le gustaría que actuaran con él. No como los demás actúan, sino como le gustaría que actuasen. Ya en el siglo I, la conocida como primera carta de Pedro, invitaba a los cristianos a actuar con dulzura “para que aquello mismo que os echen en cara, sirva de confusión a quienes critiquen vuestra buena conducta en Cristo”.
Ante ataques gratuitos me parece que los creyentes no debemos alarmarnos. Y mucho menos responder con la misma moneda. Porque un cristiano actúa con los demás como le gustaría que actuaran con él. No como los demás actúan, sino como le gustaría que actuasen. Ya en el siglo I, la conocida como primera carta de Pedro, invitaba a los cristianos a actuar con dulzura “para que aquello mismo que os echen en cara, sirva de confusión a quienes critiquen vuestra buena conducta en Cristo”.