Sep
Los lejanos también importan
5 comentariosEl juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, investiga el supuesto genocidio cometido por el Gobierno chino en el Tibet durante los años ochenta y noventa. Acabo de leer una noticia que seguramente pasará desapercibida y, bastantes de los que la perciban, es posible que la consideren un asunto menor. El PSOE y el PP pactaron el pasado 21 de mayo limitar la jurisdicción universal de la Audiencia Nacional a los casos que afecten a los intereses españoles. De modo que la investigación del juez sobre el Tibet puede quedar en papel mojado. Uno de los testigos en este juicio contra el gobierno chino ha declarado que así España “mandaría un mensaje equivocado al considerar que estos derechos (los de los ciudadanos del Tibet) no son importantes”.
Es un grave error pensar que los derechos de ciudadanos no españoles no son importantes y no nos afectan. Evidentemente, lo que ocurre con las personas cercanas nos afecta y nos importa más que lo que ocurre con los lejanos. Y es lógico que nos ocupemos y preocupemos más por ellos. Pero si tenemos ocasión de hacer algo por los lejanos y no lo hacemos, no cumplimos con nuestro deber de fraternidad evangélica, ni simplemente con la decencia humana. La Audiencia Nacional, en nombre de los españoles de bien, tiene ocasión de hacer algo por los lejanos. Intereses políticos se lo impiden. Porque la economía y la política, desgraciadamente son, en muchas ocasiones, el criterio de nuestra toma de postura ante los derechos ajenos. No solo la religión y la cultura, también la política, que es una forma de cultura y, a veces, hasta de religión, debe estar al servicio de todo el hombre y de todos los hombres. Pero la política (como también las estructuras y organizaciones religiosas) está en manos de personas, de los políticos, y no siempre los seres humanos somos conscientes de algo tan elemental como la unidad del género humano que nos hace a todos iguales, interdependientes y hermanos.