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Lo que nos espera
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El año 2021 será, a petición del Papa, un año dedicado a San José, con motivo del 150 aniversario de la declaración del santo como patrón de la Iglesia universal; y también un año especial dedicado a la familia, al cumplirse los cinco años de la publicación de la encíclica Amoris Laetitia. Las dos conmemoraciones son confluyentes, pues san José es modelo de esposo amante, respetuoso de su esposa; y modelo de padre que sabe educar en la libertad.
No convendría olvidar que la familia es una realidad con muchas vertientes y muchas extensiones, hasta el punto de que todos los seres humanos formamos parte de la única familia humana. Por eso, también cabe en el año dedicado a la familia una llamada para acoger a los migrantes. El Papa postula a san José como patrono de los migrantes: “santo patrono especial para todos aquellos que tienen que dejar su tierra a causa de la guerra, el odio, la persecución y la miseria”.
En las buenas familias todos se preocupan de todos, pero prestan una especial atención a los más débiles del grupo. Si todos formamos parte de la única familia humana, entonces es lógico que la familia albergue a los que no tienen hogar (migrantes), y procure proteger (vacunar) a los más expuestos. En definitiva, San José, la familia, la vacuna, todo son estímulos para la solidaridad.