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Las distintas caras de la realidad
0 comentariosOigo comentar, a propósito de la visita del Papa a los Estados Unidos, que resulta llamativo, en un país de mayoría protestante, el espectacular recibimiento oficial -y también popular- que se le ha tributado, que contrasta con la frialdad con que otros gobiernos europeos le reciben. Más aún, a estos comentaristas le llama la atención que en Norteamérica sea políticamente correcto hablar de religión, de nuevo en contraste con lo que ocurre en Europa, en donde parece que se busca que los temas religiosos desaparezcan del ámbito público.
No niego que en este tipo de reflexiones haya parte de verdad. Pero a veces la realidad es poliédrica, tiene varias caras. Sin duda, en Estados Unidos el tema religioso está mucho más presente en boca de sus gobernantes que en los europeos. La cuestión es qué se entiende por religión y qué consecuencias se sacan de esas apelaciones a lo religioso. Se puede apelar al nombre de Dios y hacer la guerra o estar a favor de la pena de muerte. Se puede dejar de nombrarle y promover leyes sociales que favorezcan a los más necesitados o estar en contra de la pena de muerte. Ya sé que se pueden buscar otros ejemplos, como estar a favor o en contra del aborto. Esta es una más de las contradicciones (a favor del aborto y en contra de la guerra o de la pena de muerte, o a la inversa) de aquellos a los que sólo les mueven los intereses políticos.
De ahí la importancia, dicho sea de paso, de la intervención de Benedicto XVI hoy ante las Naciones Unidas. Como sucedió con las intervenciones de sus predecesores en este mismo foro, estoy convencido de que su palabra será representativa de lo mejor que hay en la conciencia humana, esa voz que llama a hacer el bien y evitar el mal, y que está por encima de cualquier otra voz o interés. Seguro que, de una u otra forma, el Papa recordará a sus oyentes que una política sin conciencia moral no puede conducir a nada bueno.