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Dic
2006Dic
La trascendencia de unas babuchas blancas
6 comentariosMe escribe una amiga invitándome e inspirándome para que diga una palabra sobre la imagen de Benedicto XVI con sus pies descalzos, en babuchas blancas, en su minuto de silencio en la Mezquita en Turquía, mirando a la Meca. Una imagen, añade mi interlocutora, que dice mucho en el diálogo interreligioso y en otras cuestiones.
Pues sí, dice mucho en el diálogo interreligioso. La escena trae a la memoria otra del Antiguo Testamento, esa en la que se le dice a Moisés: “quita las sandalias de tus pies, porque el lugar que pisas es suelo sagrado” (Ex 3,5). El Papa estaba reconociendo la santidad de la Mezquita. Primero porque toda la tierra es santa. Pero sobre todo porque la Mezquita es lugar de oración, de encuentro con Dios. Y toda oración, si es auténtica, se prolonga en el amor al prójimo. Por eso Jesús estaba en contra de aquellos que convertían la casa de Dios en lugar de bandidaje. Bandidos son los que roban, bandidos son los que incitan al desamor porque nos roban el amor.
También dice mucho sobre otras cuestiones. Por ejemplo: en occidente el poder se equipara al “pisar fuerte”. Los pies descalzos pueden ser un signo del poder del amor, un poder desarmado. Por eso el amor es vulnerable y puede acabar crucificado. Los pies descalzos del Papa bien pudieran simbolizar esos hermosos pies del mensajero que anuncia la paz.
Pues sí, dice mucho en el diálogo interreligioso. La escena trae a la memoria otra del Antiguo Testamento, esa en la que se le dice a Moisés: “quita las sandalias de tus pies, porque el lugar que pisas es suelo sagrado” (Ex 3,5). El Papa estaba reconociendo la santidad de la Mezquita. Primero porque toda la tierra es santa. Pero sobre todo porque la Mezquita es lugar de oración, de encuentro con Dios. Y toda oración, si es auténtica, se prolonga en el amor al prójimo. Por eso Jesús estaba en contra de aquellos que convertían la casa de Dios en lugar de bandidaje. Bandidos son los que roban, bandidos son los que incitan al desamor porque nos roban el amor.
También dice mucho sobre otras cuestiones. Por ejemplo: en occidente el poder se equipara al “pisar fuerte”. Los pies descalzos pueden ser un signo del poder del amor, un poder desarmado. Por eso el amor es vulnerable y puede acabar crucificado. Los pies descalzos del Papa bien pudieran simbolizar esos hermosos pies del mensajero que anuncia la paz.