May
La Iglesia nuestro problema
10 comentariosLa Iglesia se ha convertido en el problema de los que formamos parte de ella y la amamos. Un problema que no todos saben asumir con elegancia. Ante los problemas unos protestan, algunos se quejan, otros cierran los ojos, hay quienes echan la culpa de todo al mensajero. También están los que asumen los problemas con responsabilidad, con espíritu crítico y hasta con una cierta dosis de humor. Hoy no es fácil proclamar: “Creo en la Iglesia santa”. Porque a la vista de los pecados y defectos de muchos cristianos, más aún, de muchos miembros de la Iglesia de los que se espera un plus de excelencia, parece más real confesar que la Iglesia es una gran pecadora. Y quizás entonces tendría más sentido eso de “creer en el perdón de los pecados”. Porque difícilmente se puede creer en el perdón, si antes no se sabe uno culpable.
No hace falta entrar en detalles. Cada día nos sorprende con alguna noticia escandalosa referente a clérigos o monjas. Les supongo al corriente de la última: en Irlanda, entre los años 1930-1980, unos 35.000 niños acogidos en instituciones de la Iglesia fueron sometidos a tratos crueles y abusos sexuales. El asunto se agrava porque la cúpula de la Iglesia irlandesa estaba al corriente. Como no podía ser menos el cardenal Sean Brady ha pedido perdón. No podemos pasarnos la vida ocultando los pecados de la Iglesia y pidiendo perdón cuando salen a la luz. Es necesario ponernos ya a la tarea de remediar los males del presente y dejarnos de secretismos y mentiras sobre el pasado. Y vivir de modo que las sombras del pasado no impidan un presente y un futuro de Luz.
La Iglesia no es solo nuestro problema porque es poco comprendida y poco amada por muchos de sus hijos. O porque es denostada y perseguida por el mundo. Es nuestro problema porque los que estamos dentro y la amamos a veces nos avergonzamos de nuestra madre la Iglesia. No es fácil ser hijo de una prostituta. Bien porque no lo asumes, bien porque la gente siempre te lo echa en cara. Y, sin embargo, es tu madre. Y tiene muchas cosas buenas. Más cosas buenas que malas. Pero las malas hacen más ruido y tapan a las buenas.