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La Iglesia es el Pueblo de Dios
3 comentariosAlguna vez, estando hablando de un determinado tema, alguien me ha preguntado: ¿y de eso qué piensa la Iglesia? La pregunta parece muy concreta. Pero suele esconder presupuestos que hacen que esté mal formulada.
Hay quien cuando habla de la Iglesia piensa en la jerarquía. Este insuficiente pensamiento se refuerza cuando se distingue Iglesia de Pueblo de Dios. La Iglesia serían los obispos y el Pueblo de Dios el resto de los fieles cristianos. Resulta entonces que “la Iglesia dice” y “el pueblo escucha” y, sobre todo, obedece. Pero la Iglesia es el Pueblo de Dios. En ella hay distintas funciones, carismas, ministerios. Todos son necesarios. Ninguno está por encima. Todos están dentro. La mejor imagen de la Iglesia no es la de un teatro, en la que hay una presidencia destacada y separada. Es la de una mesa, en la que todos se escuchan y todos se quieren. O la de un círculo, en donde todos se miran y se sienten iguales. Y si en esta mesa o en este círculo hay funciones de gobierno, este gobierno se ejerce desde el amor. “Yo estoy en medio de vosotros como un diácono (como el que sirve)”, dijo Jesús a sus discípulos. En medio sí, porque así llega mejor a todos. Por tanto, la pregunta sobre el qué piensa la Iglesia de un determinado tema pudiera tener una respuesta plural: depende de a qué cristiano o grupo de creyentes se refiera usted.
Tampoco está de más aclarar que, cuando se pregunta por lo que dicen los obispos, no siempre coinciden sus opiniones. Más aún, es posible que sobre algún tema no tengan opinión. La jerarquía no tiene respuestas para todo. Es bueno, como siempre, recordar al Concilio: No piensen los laicos que sus pastores están siempre en condiciones de poderles dar inmediatamente solución concreta en todas las cuestiones, aun graves, que surjan. No es ésta su misión. Más aún: sucede en ocasiones que la misma concepción cristiana de la vida puede conducir a soluciones divergentes (Gaudium et Spes, 43).