Sep
La gran blasfemia de nuestro tiempo
9 comentariosHoy llaman la atención dos páginas casi seguidas de un conocido diario. En una se recuerda que todavía sigue habiendo personas que viven en situación de esclavitud, obligadas a trabajar para pagar deudas ridículas, por las que los “amos” cobran intereses de por vida a base de trabajos forzados. Y se ofrece este dato escalofriante: se calcula que en el mundo hay 218 millones de niños trabajando. Giro la página y me encuentro con la noticia de un Congreso de Teología que se celebra anualmente por estas fechas. Me quedo con esta definición del actual sistema social y económico hecha por uno de los intervinientes, el obispo Casaldáliga: La gran blasfemia de nuestro tiempo. En el Congreso se ha dicho algo que ya notó el Papa en su última encíclica: la crisis no es originariamente económica-técnica, sino un problema ético y político. Lo dicen estos señores de la asociación teológica, y como en algunos ambientes no despiertan mucha simpatía, parece que no importa lo que dicen. Pero sí importa. Y mucho. Y más aún a un cristiano.
En el mes de julio apareció la encíclica del Papa sobre tema social. Sin duda el contexto del congreso y el contexto de la encíclica son distintos y distantes. Pero eso no impide que haya una coincidencia de fondo. El Papa habla de corrupción e ilegalidad en el comportamiento de los sujetos económicos y políticos; o del aumento de las desigualdades, mientras la riqueza mundial crece en términos absolutos; o de las víctimas que produce el hambre. Al respecto recuerda la parábola del pobre Lázaro que no puede sentarse a la mesa del rico epulón. Los del congreso han recordado otra parábola: la del sacerdote y levita que pasan de largo ante el herido, mientras el samaritano misericordioso lo deja todo para atenderle. Lejos de mi pretender recuperar a ningún congreso a base de citar una encíclica. Pero lo que sí digo es que, sean cuales sean las simpatías o fobias que despierte, la cuestión allí tratada debería ocupar y preocupar a todo cristiano, tanto más cuanto que en estos tiempos son otros los temas que parecen identificar lo cristiano.