Mar
Isaías ha muerto
3 comentariosDe pronto todo se ha paralizado. La campaña electoral ha sido suspendida. Los amigos, los compañeros de su partido y los compañeros de política de otros partidos lo lamentan sinceramente. Todo eso no es nada comparado con la parálisis, con el tremendo dolor de su familia, su mujer, sus hijas. No hay palabras suficientes. Y por eso lo mejor es no alargarse mucho. Lo han matado en su propio pueblo, en el que la basura sectaria que apoya a los asesinos gobierna en el ayuntamiento. ¿Gobierna? Las palabras ya no tienen sentido. Para que lo tengan hay que buscar algún adjetivo. Por ejemplo: ¿tiene sentido hablar de unidad entre los partidos? ¿No tendría más sentido adjetivar la unidad? Unidad en contra del terror, unidad para acabar con viles asesinos.
Se ha cometido una injusticia irreparable. Irreparable en este mundo. Nadie le devolverá a Isaías la vida que injustamente se le ha quitado. Derechos humanos, democracia, libertad, autodeterminación, y todo lo que quieran añadir sólo tiene sentido si hay vida. La vida es la base de todo. Descanse en paz Isaías, en la paz del único que puede hacerle justicia. Mi pobre, pero sincera solidaridad con su apenada familia. Mi oración por ellos y por Isaías. Todo lo demás me parece que, en estos momentos, sobra.