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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

24
May
2013

Indignación ante el Crucificado

5 comentarios

Cuando miramos a Cristo crucificado, ¿qué es lo primero en lo que pensamos? ¿En nuestros pecados? Eso significa que la mirada hacia el Crucificado provoca que nos miremos a nosotros mismos. Pero antes de mirarnos a nosotros mismos y para mirarnos bien, y mirarnos desde el Crucificado, conviene que mantengamos nuestra mirada puesta en la cruz de Cristo. Y, si mantenemos la mirada fija en la cruz, y nuestra mirada es limpia o ingenua, lo lógico es que nos sintamos indignados. Lo que allí ocurre no es digno, es algo rechazable y reprobable. No podemos estar de acuerdo: allí está Crucificado un inocente, el inocente por antonomasia. Cuando una víctima inocente es maltratada y martirizada, el sentimiento primero y más espontáneo es de indignación.

El misterio de la Encarnación manifiesta que todo lo humano y sólo lo humano es compatible con Dios. La crucifixión de Jesús manifiesta que la compatibilidad de Dios con lo humano se revela, para la mirada de la fe, en una víctima inocente, en un martirizado injustamente. No porque Dios sea un sádico o un amante del dolor, del sufrimiento y de la injusticia, sino porque Dios se solidariza e identifica con la víctima inocente que es Jesús y, por extensión, con todas las víctimas inocentes de la historia. Si, como dice toda la tradición cristiana, desde la patrística hasta el moderno magisterio, Dios, con su encarnación se ha unido con todo hombre, entonces mirando al Crucificado, demos precisar: Dios se ha unido, sobre todo, con todas las personas humilladas, maltratadas, malqueridas y abandonadas de la historia. Si al contemplar a Jesús crucificado nos olvidamos de las víctimas, sea cual sea su raza, cultura o religión, entonces es que nuestra mirada no es la de la fe.

Y una cosita sobre este pensar en el pecado que con demasiada rapidez se proclama al predicar sobre la cruz de Cristo. Pecado es lo que Dios no quiere. Y lo que Dios no quiere es lo inhumano, lo que daña al ser humano. En la cruz de Cristo y en todas las cruces de la historia se revela, sin duda, el pecado, o sea, lo que Dios no quiere. Dios no quiere que el ser humano sufra, Dios no quiere que martiricemos a nadie, que cometamos injusticias con el hermano, hasta el punto de matarle. No, Dios no está de acuerdo con la cruz, pero está a favor del Crucificado. En la cruz de Cristo se revela lo que Dios no quiere (a saber, el sufrimiento de las víctimas) y lo que Dios quiere: la vida y la felicidad para todos, el entendimiento y la reconciliación entre las personas y los pueblos, el trabajo por un mundo más justo, en el que sea posible la vida para todas las hijas y los hijos de Dios.

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Un amigo
24 de mayo de 2013 a las 16:28

“Dime como vives, y te diré en qué Dios crees” podría ser el aforismo derivado de nuestra experiencia de la cruz de Cristo.
Experiencia todavía contaminada por la idea de una muerte “querida y prevista por Dios” y que por tanto nuestras cruces y nuestros sufrimientos son también voluntad de Dios y queridos o al menos permitidos por Él (por nuestro bien y purificación, por supuesto) se piensa en clave espiritualista.
Ojala sirva, este post, para poco a poco ir cambiando mentalidades fatalistas de un dios, que yo creo que es el primero en no aceptar la muerte de nadie y menos de Jesús. (Sí su compromiso a favor del hombre cueste lo que cueste, asumiendo todas las consecuencias incluso la muerte). Apunto quizá falta formación teológica y exegética para entender bien expresiones como “el que no perdonó a su propio hijo”

camino
27 de mayo de 2013 a las 23:36

Grande es la misericordia de Cristo. La parte humana de su personalidad asumió la condición real y pecadora de todo ser humano (menos en el pecado), que incluye la muerte.
Se hace solidario con todo lo nuestro, cómo dices.
Nos ayudas con tu explicación a profundizar en el Misterio del Crucificado. Dios se identifica y se solidariza con La Víctima inocente que es Jesús…y las víctimas inocentes de la historia. Concluyes diciendo que evitemos el egoísmo, causa de todos los males, y que tengamos y vivamos, al menos un poco, las relaciones que se viven dentro de la Santísima Trinidad, cuya Fiesta terminamos de celebrar.
Gracias, nos has ayudado a avivar el fuego sagrado de nuestras vidas y adecuarlo al hoy de la historia que nos toca vivir con fidelidad y Fe en El Crucificado.

carlos alvarado..
29 de mayo de 2013 a las 04:56

YO TENGO QUE CONFESAR QUE TENGO MUCHO COMBATE FRENTE A ESTE TEMA......ME RESISTO A PENSAR QUE EL SUFRIMIENTO SEA NECESARIO.. EN EL MUNDO PARA REDIMIRLO..POR QUE TODO SUFRIMIENTO LLEVA UNA CARGA DE INJUSTICIA....POR EJEMPLO CRISTO Y DETRÁS DE EL TODAS LAS VÍCTIMAS DE LA INJUSTICIA QUE HAN PERDIDO SU VIDA Y ALGUNOS EN FORMAS ATROCES..YO SOY UN HOMBRE QUE POR MI HISTORIA SOY UN JUSTICIERO...Y LA VERDAD NO PUEDO ACEPTAR EL DOLOR QUE CAUSA LA INJUSTICIA EN TANTAS PERSONAS INDEFENSAS Y LO QUE ES PEOR SI DEFENSOR..PIENSO HOY MISMO AHORA MISMO CUANTAS MALDADES SE ESTARÁN COMETIENDO Y NO HAY QUIEN DEFIENDA NO HAY QUIEN SALGA AL PASO DEL QUE ALSA LA MANO CONTRA EL INOCENTE....YO NO COMPRENDO EL DOLOR EL SUFRIMIENTO...POR FAVOR SI ALGUIEN DE LOS QUE ESCRIBEN AQUÍ ESTOS TEMAS ME PUEDE ACLARAR ESTOS PUNTOS....MI CORREO EMAIL ES....carloalvarado25@hotmail.com POR FAVOR NECESITO TENER CLARO ESTE TEMA......

Martín Gelabert
29 de mayo de 2013 a las 11:30

Estimado Carlos Alvarado: Le agradezco mucho el comentario que ha dejado en mi blog. Yo creo que en este asunto del sufrimiento hay muchos malos entendidos. Dios no quiere que hagamos sufrir a nadie. Porque lo que Dios quiere es la felicidad de todos y cada uno de sus hijas e hijos.
Cristo sufrió a causa del pecado del mundo, no a causa de Dios. Fueron unas malas personas las que le condenaron y le mataron, porque no pudieron aceptar su palabra de vida y de amor. Dios estaba tan en desacuerdo con esa muerte, que le resucitó, mostrando así que el único camino que conduce a la vida es un camino como el de Jesús.

Estudiosa
30 de noviembre de 2017 a las 06:27

Gracias, porque me ayudan con este escrito. Dios los bendiga, espero sirva también para otros que buscan respuestas.

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