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Blog Nihil Obstat

Martín Gelabert Ballester, OP

de Martín Gelabert Ballester, OP
Sobre el autor

16
Dic
2016

Herejía en el origen de la fiesta de Navidad

12 comentarios
belenuno

Los que tienen un poco de cultura religiosa saben muy bien que la fiesta de Navidad fue, en sus comienzos, una cristianización de los cultos romanos al sol invicto. En el hemisferio norte, cuando llega el mes de diciembre, los días se van acortando y el sol se vuelve cada vez más débil. Pero al llegar el 21 de diciembre los días comienzan a alargarse. Los romanos vieron ahí un signo de que el sol siempre es invencible y las tinieblas nunca consiguen apagarlo. De ahí nacieron los cultos al sol como dios invencible. Los cristianos fueron lo suficientemente hábiles como para sustituir un sol por otro Sol: el verdadero Sol que ilumina a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte (Lc 1,78) es Jesucristo.

Pero hay otra causa más previa y más interna, por así decir, que está en los orígenes de esta fiesta de Navidad, a saber: la herejía difundida por el obispo Arrio (nacido en el año 256 y ordenado sacerdote en el 311). El pensamiento de Arrio, que tuvo una gran difusión, puede sintetizarse así: Jesús no era realmente Dios; era un hombre perfecto, enviado por Dios para salvar a la humanidad, pero no era Dios mismo. Ahora bien, en recompensa por los “servicios prestados” Dios Padre le otorgó el título de Hijo de Dios, una vez cumplida su misión en la tierra. La teoría de Arrio resolvía una seria dificultad, pues no es fácil comprender que Dios pueda convertirse en una débil criatura, no es fácil entender que el Infinito se haga finito, el Eterno se haga temporal. Es más fácil entender que un hombre, por sus méritos, sea elevado a la categoría divina.

La fiesta del nacimiento de Jesús surgió no tanto para contrarrestar los mitos paganos sobre el sol invicto, sino las ideas de Arrio de que Jesús era un hombre al nacer y sólo después Dios lo adoptó convirtiéndolo en otro Dios. Como muy bien dice A. Alvárez Valdés, el Papa Julio I, que gobernaba entonces la Iglesia, comprendió que una manera rápida y eficaz de difundir la idea de la divinidad de Cristo y contrarrestar las enseñanzas de Arrio, era propagar la fiesta del nacimiento de Jesús, poco conocida hasta este momento. En efecto, si se celebraba el nacimiento del Niño-Dios, la gente dejaría de pensar que Jesús llegó a ser Dios solo después de su resurrección. La fecha del 25 de diciembre se adoptó no por motivos cronológicos, sino por la popularidad de la fecha en ambientes romanos. Es una fecha simbólica.

De hecho, Jesús no pudo nacer en invierno, si hemos de hacer caso de lo que dice Lucas (2,8): cuando nació, cerca de Belén, los pastores dormían al aire libre en el campo, vigilando sus ovejas. El 25 de diciembre, en Palestina, es pleno invierno, y los pastores y las ovejas, en todo caso, duermen dentro de los establos.

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ivan grillo
16 de diciembre de 2016 a las 20:22

Dígase lo que se diga, la doctrina de la encarnacion, de la redencion y muchas otras doctrinas nacieron de la interpretacion de los primeros capitulos de el Genesis de la Biblia. Como eso ya no se cree, han enfocado esas doctrinas desde otros puntos de vista, pero la realidad de la verdad no puede ser demostrada.
Una persona sensata y con un criterio libre puede pensar: para que Dios va a tener un hijo? o por que ha de convertirse en humano? Una repeticion de veintiún siglos, es cosa que deja huellas. No es nada facil contrarestar con la pura razon. El cuento que propusieron fue de que Adan la habia embarrado (habia desovedecido una orden? cual orden? ) con Dios y por esto la humanidad quedo condenada. Debía venir de lo alto (De Dios) alguien que sacrificandose purgara el pecado de Adan, (D.De la Salvacion) de la redencion. Con esto han entretenido a la humanidad y es cosa todavía se propaga. Año tras año, la repetición de un mito de una leyenda se hace realidad histórica.
El hombre no ha dejado de manipular a Dios a su antojo y a su amaño. Desde luego, ha sacado gran provecho, le ha dejado grandes dividendos. Dios es el Dios de todos y de todas. No tiene representantes directos en este mundo. La razón humana debe guiarle para saber lo que se debe hacer y el camino para llegar de donde jamas saldrá, para bien o para mal.

Vicente
16 de diciembre de 2016 a las 21:28

Nos ha visitado el Sol que nace de lo alto.......

JMValderas
17 de diciembre de 2016 a las 09:34

Andaba uno preocupado por cómo enseñar a su nieto la Navidad, es decir, la Encarnación a término del Hijo de Dios y he aquí que un comunicante suyo, fray Martín, me echa un capote maravilloso. Decimos que Dios escribe recto en renglones torcidos. A mi nieta, que va a la Vorschule, no hace falta explicarle lo de los renglones torcidos, pues está aprendiendo a dibujar, como dice ella, las letras sobre líneas rectas.
“Tomás, así se llama mi nieto, la Navidad rememora la venida de Jesús. Vino de una manera muy especial. ¿Por qué vino? Porque desde los primeros padres el pueblo había dado la espalda a Dios, su creador.” (A medida que vaya creciendo, irá conociendo, en la biblioteca de su abuelo, los distintos pasos de la evolución humana hasta llegar a nuestra especie, su difusión fuera de Africa, su común origen genético y su estrechísimo parentesco, nada menos que el 98 % de ADN con otros primates vivos. Y entenderá que eso no es óbice contra la creación divina del hombre.)
“Sé, Tomás, que la abuela, profesora de la Deutsche Schule, te ha enseñado a no caer en el disparate común que oyes y lees por doquier: ellos y ellas, todas y todos. Eso, para ella, es un pecado. El plural personal en español es único.”
“Mitos son los relatos que has leído en la estantería de Grecia. Son los cuentos relativos a personajes fantásticos, más o menos como los actuales de Star War. Cuando un personaje ha tenido realidad histórica no es un mito. Pueden falsearse sus hazañas, por exagerarlas o por disminuirlas.”
Poco a poco irá planteando dudas y objeciones que someterá, como su abuelo, a la criba de la razón. Pues en la fe se juega uno la personalidad. Y la de mi nieto es muy fuerte. Irá conociendo los presupuestos de la fe. Desmontando el repertorio de falsas aporías como la creación, evolución, etcétera, que desde Draper se vienen reiterando. Alguna inquietud le voy notando cuando lo observo detenido ante estantes cuyo contenido le está todavía muy lejano. “Abuelo, ¿por qué tienes tantos libros de Richard Dawkins? ¿Qué dicen? ¿Qué dice la revista Theology and Science? “

Mercedes
17 de diciembre de 2016 a las 11:06

Totalmente de acuerdo con el Sr Valderas . Mejor imposible !

Vicent Benavent
17 de diciembre de 2016 a las 15:09

Uniendo otra línea argumental a la celebración de la Navidad en la fecha que se celebra, otra vía muy importante que ahora empieza a tenerse en cuenta es la celebración judia de Janukká (La Fiesta de las Luces, recordando la Dedicación del Templo de Jerusalén). Recuerdo haber leído un par de artículos al respecto, pero siento no poder adjuntarlos porque ahora mismo no sé dónde los dejé.
De todas maneras y a toda la Gran Familia de la Iglesia, os deseo una Feliz y Santa Navidad.

María T.
17 de diciembre de 2016 a las 17:21

Excelente la breve y clara explicación de por qué celebramos la Navidad; el P. Martín Gelabert la ha sintetizado: no hacemos culto al sol, sino que celebramos un Sol Mayor, y contra el arrianismo que no podía aceptar que Jesús es Dios. Gracias.

Antonio Saavedra
17 de diciembre de 2016 a las 20:43

Ivan Grillo dice en su comentario: "El hombre no ha dejado de manipular a Dios a su antojo y a su amaño."
Y debo coincidir con él. Si no, son poco comprensibles ciertas cosas de la Biblia, como Ex 20,17, que creo haber citado en alguna ocasión (con su visión de la mujer, de la que hoy se predica ser tb hija de Dios, y entonces era simple cosa para uso del varón).
Pero, volviendo al tema, la cuestión que me llama la atención es por qué Dios, en quien tengo fe, hubo de buscar otro "sistema" que el ya "creado" por Él mismo para tener hijos. ¿Es Dios tan voluble? ¿O alguien quiere "divinizar" a una mujer eliminando la "lacra" de tener que copular con el varón para ser madre?
En el MFC viví que cuando nosotros engendrábamos, el Espíritu de Dios infundía el alma en el hijo, participando así en la creación del nuevo ser. ¿No pudo ser igual con María y José, legítimamente desposados, en vez de acudir al mito de la virgen madre, usado tb en otras religiones?

P.S.: Estoy un poco asustado de mis pensamientos, pero no los borraré.

Martín Gelabert
18 de diciembre de 2016 a las 00:09

Dios no es voluble. Y en la concepción de un hijo no hay lacra alguna. Lo que ocurre es que la Encarnación es el gran misterio, la maravilla de un Dios que se hace hombre, por amor al ser humano. Bien pensado, se trata de algo incomprensible, que rompe todos los esquemas. Y, sin embargo, es un misterio que llena de alegría y colma las esperanzas de todos los humanos: se hace hombre para que nosotros podamos ser hijos de Dios. En este misterio hay que mantener con toda firmeza un doble polo, una tensión: la verdad de Dios y la verdad del hombre. La verdadera humanidad queda salvada por nacer de una mujer (como todos los humanos que vienen a la tierra) y la verdadera divinidad supone que ese niño “solo” tiene a Dios por padre. La ausencia de semen viril en ese nacimiento sería el correlato humano de la divinidad de Jesús. Eso es lo que permite hablar del misterio de la virgen madre.

Antonio Saavedra
18 de diciembre de 2016 a las 19:54

Creo que mi texto anterior esta "contaminado" por los comentarios de Fr. Marcos Rodríguez, OP. Vean el correspondiente a
ADVIENTO 4º (A) /18-12-2016.
https://www.facebook.com/groups/diariodeteologia/permalink/1492907700737832/
Fr. Martín: Me cuesta aceptar su explicación, que creo demasiado mítica.
Por supuesto que el Dios que nos hemos o nos han fabricado puede hacer lo que quiera en todo momento. Pero eso no parece avalar una seriedad que, desde la eternidad, como se dice, prepara un método espacial privilegiando a una persona que era limpia ya (y evito comentar otro mito, el del pecado original, que asumo por obediencia).

Jaume Boada Rafí
21 de diciembre de 2016 a las 23:10

Martí. Ets genial. I ho saps explicar tot d'una manera tant clara i planera que encara fa que semblis més genial
T'he llegit des de l'ermita de Sta. Maria del Bosc.
Una forta abraçada. Jaume.

Salvador Sandoval
25 de diciembre de 2016 a las 12:49

"Los que tienen un poco de cultura religiosa saben muy bien que la fiesta de Navidad fue, en sus comienzos, una cristianización de los cultos romanos al sol invicto". Bueno, hay quien tiene algo más que un poco de cultura religiosa y opina de forma distinta. Un profesor de Historia de la Universidad de Muhlenberg, William J. Thiege, escribió un artículo en el que, según afirma, la sustitución de la fiesta pagana del Sol invictus por la Navidad no es más que un bulo inventado, en una fecha entre finales del XVII y principios del XVIII, por un protestante alemán, P.E. Jablonski, y el monje francés Jean Harduin. El enlace al artículo:
http://www.religionenlibertad.com/navidad-fecha-son-invento-cristiano-para-tapar-53938.htm

Vicente
23 de diciembre de 2019 a las 23:17

Está bien cristianizar lo que es posible cristianizar.

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